El domingo dejó un resultado claro en Corrientes: Juan Pablo Valdés se consagró gobernador con el 52,6% de los votos y le dio continuidad al poder radical en la provincia. La jugada fue redonda: no hubo balotaje, no hubo margen para la oposición, y el hermano del mandatario saliente quedó como heredero directo.

Muy atrás quedaron Martín "Tincho" Ascúa con el 20% y Ricardo Colombi con poco más del 17%. El peronismo soñaba con forzar una segunda vuelta, pero terminó diluido. El radicalismo mostró que su armado territorial sigue intacto y que la maquinaria electoral de los Valdés no afloja.

El festejo y las internas

En el búnker, el gobernador saliente Gustavo Valdés no solo celebró la victoria sino que también dejó un mensaje de advertencia: "Fue de las campañas más sucias que se tenga memoria, pero no nos doblamos a guachazos". La frase fue leída como un tiro al peronismo y también a los libertarios, que pretendían colarse en la disputa provincial.

La performance de La Libertad Avanza fue floja: apenas 8,2% para Lisandro Almirón, lejos de la expectativa de Javier Milei de meter un golpe en el litoral. Colombi, histórico caudillo radical, también terminó relegado, confirmando que el recambio interno ya está sellado.

"Chau a los extremos"

El mensaje político de la elección fue doble. Por un lado, la continuidad del esquema de poder que Gustavo Valdés construyó en dos décadas. Por otro, la aparición del frente Provincias Unidas como plataforma nacional, con la bandera de un centro moderado frente a la polarización entre kirchnerismo y libertarios.

Juan Pablo Valdés, en su discurso, apeló a la calma: "Los correntinos decidieron en primera vuelta, ahora toca trabajar juntos". Detrás suyo, gobernadores radicales como Cornejo y Sadir lo rodearon en la foto que busca proyectar algo más que una victoria provincial.

Lo cierto es que en Corrientes no hubo sorpresas: el radicalismo volvió a marcar el paso y dejó a la oposición con gusto a derrota. Lo que viene, ahora, será ver si ese "camino de centro" que pregonan los Valdés logra trascender la frontera provincial y meterse en la pelea grande.