El Senado sesionará este miércoles desde las 11.30 para tratar la ley de Ficha Limpia, que impide postularse a cargos públicos a quienes tengan condena en segunda instancia por delitos contra la administración pública. Aunque desde el oficialismo aseguran tener los votos, el final todavía está en suspenso: algunos legisladores aún analizan su posición y no se descarta que pidan cambios al proyecto.

Los libertarios quieren evitar que el proyecto, identificado con el PRO y con Silvia Lospennato, se convierta en un trofeo ajeno. Por eso se especula con maniobras de último momento para modificarlo y forzar su regreso a Diputados. En paralelo, la Rosada hace equilibrio: presiona para que salga, pero mantiene canales abiertos con los senadores del peronismo.

Tensión, internas y sospechas cruzadas

La presión de Santiago Caputo y los volantazos discursivos de La Libertad Avanza generaron roces con aliados clave. En la reunión de Labor Parlamentaria, hubo reproches por la doble cara del oficialismo: dicen una cosa en público y otra en las negociaciones. Mientras tanto, radicales y federales confirmaron su apoyo, pero advierten que un cambio de último minuto podría romper consensos.

En medio del caos, los santacruceños Carambia y Gadano-habituales comodines de la Cámara alta-dijeron que darán quórum y votos. Pero con el antecedente de la Ley Bases en mente, nadie se anima a apostar fuerte. Ficha Limpia llega al recinto envuelta en sospechas, ruido y una sensación general: todos quieren que termine, pero nadie sabe cómo.