El Gobierno está a punto de ultimar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que prestaría hasta USD 20.000 millones a la Argentina, con USD 8.000 millones en fondos frescos. El programa cubrirá los pagos de capital e intereses durante la gestión de Javier Milei y, según estimaciones del banco UBS, al menos el 30% del paquete estaría disponible este año. "Podría haber sorpresas positivas en la magnitud y el calendario de los desembolsos", anticipó el analista Alejo Czerwonko.

El plan económico acordado con el FMI busca fortalecer el balance del Banco Central mediante la cancelación de Letras Intransferibles del Tesoro. Desde el Ministerio de Economía aseguran que el acuerdo no implicará un aumento de la deuda bruta, sino una reestructuración que mejorará el perfil financiero del país. El ministro Luis Caputo ratificó que el programa estará cerrado antes de fin de abril y descartó que el organismo haya exigido una devaluación.

El rol del DNU y la estrategia del Gobierno

Para dar respaldo legal al acuerdo, el Ejecutivo emitirá un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que será remitido al Congreso. La estrategia busca evitar dilaciones legislativas y garantizar la rápida implementación del programa. Según la normativa vigente, el decreto entrará en vigor de inmediato, salvo que ambas cámaras lo rechacen. En la Casa Rosada confían en que lograrán el respaldo necesario para su continuidad.

El Fondo, por su parte, dejó en claro que la aprobación parlamentaria no es un requisito formal, pero que el Gobierno debe cumplir con la legislación nacional antes de que el directorio pueda dar luz verde al programa. Con este nuevo acuerdo, el oficialismo busca consolidar su hoja de ruta económica y sostener el proceso de desinflación, apertura y desregulación financiera.