Arrancó la Purga
El arribo de Gerardo Werthein a Cancillería comenzó con un fuerte recorte.
Gerardo Werthein, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, asumió su cargo con la clara intención de reducir el gasto diplomático. Su primer día en el cargo estuvo marcado por el desplazamiento de varios colaboradores de la gestión anterior, en medio de la controversia generada por el voto favorable a Cuba en la ONU.
Entre los desplazados figura Eduardo Bustamante, quien se desempeñaba como vicecanciller durante la gestión de Diana Mondino. Werthein, hasta entonces embajador en Estados Unidos, ha dejado claro que uno de sus principales objetivos será aplicar medidas de austeridad en el cuerpo diplomático.
El recorte de Werthein
Una de las primeras decisiones de Werthein será reducir la cantidad de embajadas y consulados argentinos en el mundo. El nuevo canciller ha señalado que cerrará aquellas representaciones en países con los que Argentina no mantiene una relación comercial estratégica. En estos lugares, se crearán Agencias Nacionales con menor costo operativo, pero que seguirán brindando asistencia básica a los ciudadanos argentinos en el exterior.
Gerardo Werthein también tiene en mente redefinir el papel de la Cancillería en términos de eficiencia y rentabilidad. El objetivo de su gestión es garantizar que el país tenga una presencia diplomática eficaz y alineada con sus intereses económicos, políticos y comerciales.