Una frase lanzada por Axel Kicillof cuando era viceministro de Economía se convirtió, más de una década después, en el argumento central para una condena millonaria contra el Estado argentino. "¡Los tarados son los que piensan que el Estado tiene que ser estúpido y comprar todo según la ley de la propia YPF, respetando su estatuto!", dijo entonces el actual gobernador bonaerense.

Aquella declaración fue tomada como prueba clave por la jueza Loretta Preska en el fallo que obligó al país a pagar unos 16.000 millones de dólares en un principio. Ahora, la magistrada exige que se entreguen las acciones de YPF que posee el Estado Argentino y que le compró por 5 mil millones de dólares a Repsol tras la estatización.

Cómo fue el juicio por YPF

La demanda fue iniciada a raíz de la expropiación de YPF durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Los Eskenazi, que habían adquirido el 25% de las acciones, nunca fueron compensados por la estatización. El argumento central del fallo fue que el Estado ignoró deliberadamente el estatuto de la empresa, que protegía a los accionistas minoritarios.

El fondo Burford Capital, que compró el derecho a litigar tras la cesión de los Eskenazi, llevó adelante la demanda y logró un fallo favorable. La frase de Axel Kicillof, según la jueza, evidencia que no hubo un error técnico o un olvido, sino una decisión política consciente de no respetar las reglas internas de la compañía.