El conflicto universitario en Argentina se intensifica con el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario. Más de 60 facultades en todo el país han sido tomadas por estudiantes, que también realizan clases públicas y cortes de calle para exigir más presupuesto para las universidades. Las medidas de fuerza abarcan casas de estudio desde Buenos Aires hasta el Comahue, involucrando a miles de estudiantes, docentes y no docentes.

En la Universidad de Buenos Aires (UBA), las tomas han llegado a facultades históricamente menos conflictivas, como la Facultad de Derecho, un hecho sin precedentes. En otras universidades del país, las asambleas estudiantiles continúan votando nuevas acciones en protesta por la decisión del gobierno de Javier Milei.

El presidente Milei declaró que la universidad pública y gratuita no está en peligro, pero acusó a los estudiantes de utilizar las universidades con fines políticos. Mientras tanto, el Frente Sindical de Universidades Nacionales convocó a un paro para el 17 de octubre, sumando presión al conflicto.