En medio de la tensión cambiaria, el Ministerio de Economía lanzó una licitación de deuda por fuera del cronograma oficial. El objetivo es absorber los pesos que quedaron sueltos tras el fin de las LEFI, un instrumento que hasta ahora ayudaba a contener la liquidez. La movida apunta a calmar el dólar sin que intervenga el Banco Central.

Pescar pesos antes de que vayan al dólar

La licitación ofrece títulos de corto plazo, como Lecaps y Boncap, que vencen entre fines de julio y octubre. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, fue el encargado de anunciar la medida, que busca darle un ancla a los pesos ociosos que hoy superan los 10 billones. Si no se absorben, podrían recalentarse las cotizaciones paralelas.

Las LEFI habían sido el instrumento central para aspirar pesos, pero con su eliminación se liberó una masa de dinero que presionó las tasas a la baja. La tasa de caución, por ejemplo, cayó 10 puntos y tocó mínimos del 15% anual. Y con tasas tan bajas, el refugio en dólares parece más tentador para los inversores.

Sin piso ni techo: tasas en modo libre

Ahora, con la "fase 3" del esquema monetario en marcha, el Gobierno abandona la fijación de tasas y apuesta al control de la cantidad de dinero. Pero el mercado ya siente los efectos: sin LEFI ni pases, se perdió el piso y el techo de las tasas. Y sin anclas claras, el tipo de cambio reacciona.

La estrategia oficial es evitar un rol protagónico del BCRA y dejar que el Tesoro absorba liquidez. Pero el riesgo está en que si los pesos no encuentran destino, seguirán buscando refugio en el dólar. En ese caso, el mercado espera que el Gobierno tenga algo más que una licitación fuera de calendario.