El Senado volverá a convertirse en escenario de tensión política este jueves, cuando la oposición se encamine a rechazar los vetos presidenciales a dos leyes sensibles: la que declara la emergencia pediátrica, con el Hospital Garrahan como emblema, y la que blinda el financiamiento de las universidades públicas. La sesión, convocada desde las 10 y presidida por Victoria Villarruel, promete un nuevo revés para Javier Milei.

Garrahan y universidades, ejes de la disputa

En el caso del Garrahan, la norma establece recursos extraordinarios para insumos, medicamentos, salarios y guardias del personal de salud, además de eximirlos del pago de Ganancias en actividades críticas. La magnitud del impacto fiscal, calculado en más de 65 mil millones de pesos para lo que resta del año, fue uno de los argumentos del Gobierno para vetarla. Algo similar ocurre con la ley universitaria, que impone actualizaciones automáticas del presupuesto según la inflación y obliga a convocar paritarias docentes cada tres meses.

El oficialismo necesitará un milagro para sostener los vetos: en agosto, ambas iniciativas habían sido aprobadas por mayorías abrumadoras en la Cámara alta. Por eso, en la oposición descuentan que se alcanzarán los dos tercios necesarios para volver a sancionarlas. Si esto ocurre, será la tercera derrota legislativa de Milei en pocas semanas, después de la emergencia en discapacidad.

El trasfondo político

La Casa Rosada podría optar por aplicar la misma táctica que en aquella oportunidad: reglamentar las leyes, pero dejarlas en suspenso hasta que se definan recursos en el presupuesto nacional. Sin embargo, el costo político de insistir en ese camino se acumula. En medio de la pelea con gobernadores y con su frente parlamentario cada vez más reducido, Milei enfrenta el desafío de gobernar con un Congreso que le da la espalda en temas sensibles para la sociedad.

El debate no se limitará al Garrahan y a las universidades. También aparecen en la agenda prórrogas judiciales, proyectos sobre el sistema de Alerta Sofía y hasta tratados internacionales. Pero la atención estará puesta en cómo la oposición vuelve a marcarle la cancha al Presidente, en una Cámara alta donde, a pesar de las sorpresas que nunca faltan, el resultado parece cantado.