La Cámara de Diputados vive este miércoles una sesión decisiva: se pondrán en juego los vetos de Javier Milei a tres leyes de alto impacto social y fiscal. Jubilaciones, moratoria previsional y emergencia en discapacidad marcan el eje de una pulseada donde el oficialismo llega con números finos y la oposición busca mostrar unidad.

El Gobierno necesita sostener los vetos para evitar un golpe político y fiscal. Pero las tensiones con los gobernadores y los ruidos internos en la UCR y el PRO abren la puerta a sorpresas en el tablero. "El que vote en contra, que se haga cargo", repiten cerca de La Libertad Avanza, mientras la oposición apuesta a exhibir quién defiende a jubilados y prestadores.

El desafío de los dos tercios

Para revertir un veto presidencial hacen falta dos tercios de los votos, una vara históricamente difícil de alcanzar. Desde 1983, solo en 36 ocasiones el Congreso logró imponer su voluntad sobre la Casa Rosada. Milei ya vetó seis leyes en su primer año y medio, y ninguna de esas decisiones fue revertida hasta ahora.

El primer test será la emergencia en discapacidad, con chances de superar la resistencia libertaria. Luego vendrá el aumento a jubilaciones y el bono, donde las incógnitas se concentran en los gobernadores y en el bloque radical. Más complejo aparece el panorama para la moratoria previsional, sin apoyo de los dialoguistas.

La sesión también incluirá proyectos impulsados por los mandatarios provinciales, como la coparticipación del impuesto a los combustibles y el reparto automático de los ATN. La oposición los puso al final del temario para mantener quórum hasta el cierre. El oficialismo, en tanto, insiste en que ceder en esos puntos significaría desarmar el ajuste.

En el arranque de la campaña, cada voto suma y cada gesto se mide. Milei arriesga en el Congreso una señal de fortaleza o una foto de debilidad. Y los gobernadores, que ya avisaron que esta vez no habrá cheque en blanco, pueden terminar de inclinar la balanza.