Alberto, el perseguido
El ex Presidente sostuvo que no hubo delitos detrás del decreto que le dio el monopolio a Nación Seguros y negó tener vínculos comerciales con el esposo de su ex secretaria privada María Cantero.
Alberto Fernández se defendió en la causa de corrupción en los seguros y aseguró que es un perseguido político.
Fue a través de un escrito presentado ante el juez Julian Ercolini, en el marco de la investigación por el presunto favorecimiento a un broker amigo, Héctor Martínez Sosa, con contratos millonarios. El ex Presidente aseguró que la causa está armada sobre "vaguedades" y que todo se resume en una persecución política en su contra. Además, Alberto asegura que es evidente la "complicidad entre el Poder Judicial, los medios de comunicación y los mezquinos intereses políticos de determinados sectores".
El exmandatario explicó que el decreto que firmó, el cual obligaba a contratar los seguros del Estado con Nación Seguros, tenía como objetivo evitar que las primas fueran a parar a "empresas extranjeras" y establecía claramente que no debía haber intermediarios.