Patricia Bullrich comenzó a preparar su llegada al Senado, prevista para el 10 de diciembre, con un rol ya definido: será la jefa del bloque de La Libertad Avanza. La ministra de Seguridad, mientras negocia con los hermanos Milei su sucesión en el Ejecutivo, ya envió a dos emisarios la semana pasada para buscar despacho en la Cámara alta. Además, mantuvo reuniones con referentes del oficialismo para conocer el terreno donde desplegará su nueva etapa política.

Aval presidencial y cambio en la conducción libertaria

La decisión de que Bullrich encabece la bancada libertaria fue comunicada por ella misma al actual jefe del bloque, Ezequiel Atauche (Jujuy), durante un encuentro en la sede del Ministerio de Seguridad, ubicada en La Isla, en Recoleta. El senador, cercano a Santiago Caputo y a la asesora presidencial Karina Milei, aceptó sin objeciones el reemplazo. Según fuentes cercanas, la movida cuenta con el visto bueno de la Casa Rosada y busca reforzar el control político del oficialismo en la Cámara alta.

Libertad discursiva y estrategia parlamentaria

Desde el entorno de la futura senadora confirmaron que Bullrich tendrá libertad para debatir con la oposición kirchnerista y "defender las posturas del Gobierno". En cambio, se descartó su posible designación como presidenta provisional del Senado, cargo que la ubicaría en la línea sucesoria, porque, según su equipo, implicaría "un corset discursivo" si debiera moderar debates mientras representara al Ejecutivo.

Búsqueda de despacho y primeros movimientos

El interés de Bullrich por el Senado comenzó apenas 48 horas después de las elecciones. En ese lapso, ya había enviado a funcionarios del Ministerio de Seguridad para conocer los procedimientos internos y posibles oficinas. Las oficinas más codiciadas se encuentran en el palacio legislativo, aunque Victoria Villarruel dispuso una resolución que exige devolver las llaves para reasignarlas; sin embargo, pocos senadores parecen dispuestos a acatarla.

Relación fría pero necesaria con Villarruel

La relación entre ambas dirigentes es un punto delicado. Aunque no hay fecha para la "cumbre" entre Bullrich y Villarruel, se espera que ocurra pronto. En el entorno de la ministra admiten que el vínculo será "frío e institucional", pero necesario para evitar conflictos internos. De hecho, ya hubo contactos entre allegados de ambas para coordinar el traspaso y los primeros movimientos legislativos.

Antecedentes de choques públicos

Las diferencias entre Bullrich y Villarruel son conocidas. Se enfrentaron públicamente en dos ocasiones. La primera fue por el caso del gendarme Nahuel Gallo, detenido en Venezuela. Villarruel declaró: "Nunca hubiera autorizado a un gendarme a ir a Venezuela", a lo que Bullrich replicó: "Resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes". El segundo cruce ocurrió este año, cuando la ministra le pidió a la vicepresidenta que no fuera "cómplice del kirchnerismo" al asistir a una sesión autoconvocada. La respuesta de Villarruel fue tajante: la acusó en X de haber formado parte de "orgas terroristas" y de "pulular de partido en partido".

Una convivencia inevitable

Pese a las tensiones, ambas comprenden que una convivencia política es inevitable. Bullrich apuesta a consolidar su liderazgo parlamentario como herramienta para influir en la estrategia legislativa de La Libertad Avanza, mientras Villarruel procura ordenar el funcionamiento interno del Senado. La ministra, conocida por su estilo frontal, se prepara así para una nueva batalla política, ahora desde la Cámara alta.