Festejos del 4 de julio: accidentes, polémicas y desafíos del Día de la Independencia en Estados Unidos
El 4 de julio en Estados Unidos combina celebraciones patrióticas con incidentes, polémicas y preocupaciones sobre seguridad y medio ambiente.
Aunque el 4 de julio es sinónimo de patriotismo, fuegos artificiales y banderas ondeando, la celebración del Día de la Independencia en Estados Unidos también deja un saldo preocupante cada año. Accidentes, polémicas ambientales y disputas legales rodean una de las fechas más simbólicas del país. Las cifras de heridos y fallecidos por pirotecnia, alcohol al volante y otros factores siguen en aumento. Lo que debería ser un día de unidad y alegría, también es, en muchos casos, sinónimo de emergencia y riesgo.
Según datos oficiales, cada año se registran más de 45.000 visitas a las salas de emergencia entre el 4 y 5 de julio. La mayoría de los casos están relacionados con quemaduras por fuegos artificiales, intoxicación alcohólica, golpes de calor, accidentes domésticos o lesiones acuáticas. Solo en 2023, se reportaron 9.700 heridos y 8 muertes vinculadas directamente al uso de pirotecnia durante el feriado. La falta de control y manipulación indebida de estos productos continúa siendo una de las principales causas.
Accidentes con fuegos artificiales
Uno de los casos más impactantes ocurrió en 2024 en Carolina del Sur, donde un hombre falleció tras colocar un fuego artificial en su cabeza durante una fiesta privada. Este 2 de julio de 2025, en Massachusetts, dos técnicos resultaron gravemente heridos tras una explosión mientras instalaban fuegos en un campo de golf en Cape Cod. En varios estados, los espectáculos públicos también registraron incidentes menores, como incendios espontáneos o caída de materiales pirotécnicos entre los asistentes.
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— adn40 (@adn40) July 2, 2025
Reportan múltiples heridos tras una explosión de fuegos artificiales en un campo de golf en la región de Mashpee, Massachusetts pic.twitter.com/LNAmIeZMAU
Tráfico y conducción bajo efectos
El tránsito es otro de los puntos críticos durante este feriado. Entre el 3 y el 5 de julio, se produce el mayor número de accidentes de tránsito fatales en todo el año. De acuerdo al último relevamiento nacional, se contabilizaron más de 450 muertes anuales y 2.653 fallecimientos durante el período entre 2019 y 2023, y casi el 40% de los casos involucraron a conductores alcoholizados. Los hospitales y policías locales emiten campañas de prevención, pero las cifras siguen siendo alarmantes.
Impacto ambiental y bienestar animal
Además de los accidentes, crecen las polémicas ambientales. Los fuegos artificiales elevan los niveles de partículas tóxicas en el aire (PM2.5) hasta en un 42%, según la revista Time, afectando a personas con enfermedades respiratorias y cardíacas. También se registran efectos negativos en la fauna silvestre: aves que abandonan sus nidos, perros perdidos por pánico y animales heridos son frecuentes en refugios y veterinarias el 5 de julio.
Disputas económicas y legales
Las regulaciones varían según el estado. Mientras que en lugares como Nueva York o Massachusetts el uso doméstico de fuegos artificiales está severamente restringido, en otros como Texas o Florida es común su venta libre. En ciudades como Laredo, por ejemplo, están totalmente prohibidos los fuegos artificiales particulares, permitiéndose solo espectáculos públicos autorizados. Sin embargo, la venta ilegal y el tráfico de pirotecnia desde estados menos restrictivos son moneda corriente.
A esto se suman las tensiones económicas. Gran parte de la pirotecnia proviene de China, y los aranceles impuestos por EE. UU. (hasta 30% en algunos productos) han encarecido considerablemente las celebraciones oficiales. Muchos municipios redujeron sus shows por falta de presupuesto o reemplazaron los fuegos artificiales por espectáculos de drones, menos riesgosos y más amigables con el ambiente.
A pesar de todo, millones de estadounidenses siguen celebrando el Día de la Independencia con entusiasmo. Pero la tendencia muestra que cada vez más ciudades se replantean el formato de los festejos, priorizando la seguridad, el cuidado ambiental y el bienestar animal. El 4 de julio sigue siendo una fecha profundamente simbólica, pero también se ha convertido en un llamado a la reflexión.