La tercera temporada de El Juego del Calamar, el fenómeno surcoreano creado por Hwang Dong-hyuk, llega con una nueva tanda de episodios donde el pasado y el presente chocan brutalmente. Entre los personajes que más revuelo generan está el Jugador 001, quien no es otro que el Front Man, Hwang In-ho. Su rol esta vez será aún más oscuro, central y emocionalmente impactante.

En la segunda temporada, se reveló que In-ho se infiltró en los juegos bajo la identidad del Jugador 001. Esta maniobra, según explicó el creador, fue parte de una estrategia narrativa para mostrar que "la línea entre víctima y ejecutor es cada vez más difusa". En la temporada 3, esta ambigüedad alcanza su punto más intenso: In-ho retoma su lugar como organizador principal de los juegos, pero su pasado como participante tendrá consecuencias.

Un enemigo con rostro conocido

Desde el comienzo de la nueva temporada, el conflicto entre el Front Man y el protagonista, Seong Gi-hun (Jugador 456), se convierte en el motor de la trama. Según reveló el propio Hwang Dong-hyuk, "el eje narrativo será el enfrentamiento entre ambos, no solo físico, sino ético y emocional". In-ho, ya sin careta, desafía directamente a Gi-hun, tratando de quebrar su fe en la justicia y en la humanidad.

El creador describió este choque como "una guerra personal, con dos visiones opuestas del mundo enfrentadas dentro del mismo sistema de juego". Mientras Gi-hun busca detener la maquinaria detrás de las muertes y la explotación, In-ho representa la perpetuación del orden cruel disfrazado de espectáculo.

¿Por qué volvió el Jugador 001?

El episodio alternativo revelado por el creador muestra que el Jugador 001 (In-ho) tenía un plan maestro que se fue construyendo desde el principio. Este capítulo, que no forma parte del canon oficial pero sí se usó como referencia creativa, expone cómo el Front Man fue una pieza fundamental desde el primer juego. El actor Lee Byung-hun, quien interpreta a In-ho, regresa con un personaje mucho más profundo, que enfrenta su propia culpa y traición.

Aunque en teoría ya no debía formar parte de los desafíos como jugador, su infiltración en la temporada anterior y su regreso como organizador apuntan a un objetivo claro: asegurarse de que Gi-hun no pueda cambiar nada. Esto lo convierte en un villano complejo, pero con matices emocionales que enriquecen la historia.

Gi-hun y la conexión con Jun-hee

Otro aspecto clave de la temporada 3 es la inclusión del arco narrativo de Jun-hee y su bebé, personajes cuya vida depende de las decisiones que Gi-hun deberá tomar dentro de los juegos. Esta subtrama añade una dimensión más personal y trágica al enfrentamiento con In-ho, ya que el protagonista deberá elegir entre vengarse o proteger a los inocentes que quedan afuera del sistema.