La tercera y última temporada de El juego del Calamar, estrenada el 27 de junio de 2025 en Netflix, sorprendió a millones de fans con un desenlace inesperado y emotivo: la muerte de Seong Gi-hun, el famoso jugador 456.

 El desafío mortal del "Sky Squid Game" 

Gi-hun, interpretado por Lee Jung-jae, protagonizó una intensa batalla en el último desafío conocido como "Sky Squid Game". En este juego mortal, los participantes deben empujar a otros desde plataformas elevadas y asegurar la validez de la eliminación presionando un botón en el suelo. La tensión aumentó cuando Gi-hun decidió proteger a una bebé, hija de la jugadora 222, quien fue forzada a ingresar al juego tras la muerte de su madre.

El conflicto se intensificó al enfrentarse con Myung-gi, el padre de la niña y otro jugador en la competición, que buscaba arrebatarle a la bebé para ganar. Durante la lucha, Myung-gi cae desde la plataforma, pero su muerte no se considera válida porque nadie presionó el botón para certificarla. En un acto de sacrificio y humanidad, Gi-hun opta por morir en lugar de lastimar a la bebé y se arroja desde la plataforma, confirmando así su fallecimiento en la serie.

Este final trágico de Gi-hun representa un mensaje poderoso: la importancia de la empatía, el sacrificio y la protección de las futuras generaciones en medio de la crueldad y violencia que caracterizan la saga. A través de su muerte, la serie cierra un ciclo que marcó a una generación y plantea un legado de esperanza y humanidad.