El reciente lanzamiento de la serie limitada de Netflix Senna ha revelado detalles inéditos sobre la vida del famoso piloto de Fórmula 1, incluyendo aspectos desconocidos de su relación con su primera esposa, Lilian de Vasconcelos Souza. 

La serie presenta una dramatización de los años iniciales de la carrera de Senna, abordando también su complicado vínculo personal con Lilian, quien, a pesar de haber sido su gran apoyo, vivió una relación llena de dificultades y desencuentros.

Lilian, originaria de una familia acomodada en Brasil, estuvo al lado de Senna desde los primeros días de su carrera internacional. Tras su matrimonio en 1981, la pareja se mudó a Inglaterra, donde Senna comenzó a ascender en el mundo de la Fórmula 1. 

Sin embargo, Lilian enfrentó grandes desafíos adaptándose a la vida en Europa, lo que comenzó a tensar su relación. El momento decisivo llegó cuando Senna no cumplió su promesa de regresar a Brasil y decidió continuar su carrera en Europa. 

Este giro en su vida provocó finalmente la separación de la pareja, que se divorció en silencio, sin hacer ruido ante los medios.

Un episodio clave en su ruptura, que ha sido recordado por Lilian, fue el aborto espontáneo que sufrió poco después de quedarse embarazada de Senna. Lilian había planteado la idea de formar una familia mientras Senna seguía su carrera en Europa, pero tras el aborto, la relación comenzó a fracturarse. 

"En ese momento, algo se rompió dentro de mí", recordó Lilian en una entrevista, señalando que sus prioridades eran tener una familia, mientras que las de Senna eran exclusivamente su carrera.

Lilian también compartió sus sentimientos sobre la falta de mención a su figura en el documental Senna: No Fear, No Limits, No Equal (2010), algo que le causó molestia. 

A pesar de sus desacuerdos con la representación de su relación, ella reconoció que siempre había sabido que la Fórmula 1 era la mayor pasión de Senna, y ella ocupaba un segundo plano en su vida.

¿Lilian da Vasconcelos fue al funeral de Ayrton Senna?

Tras el divorcio, Lilian volvió a casarse y tuvo un hijo. En 1994, cuando se enteró de la muerte de Senna, decidió no asistir al velatorio ni al funeral, aunque más tarde visitó su tumba como un acto de cierre emocional y respeto.