Ayrton Senna en Monaco 1984: ¿fue real la épica? ¿el brasileño iba a ganar?

El Gran Premio de Mónaco de 1984 se convirtió en una de las historias más épicas de la Fórmula 1, marcada por la increíble remontada de Ayrton Senna. En un día donde las lluvias torrenciales castigaban el circuito, Alain Prost, partiendo desde la pole, parecía tener la victoria asegurada. Pero el destino tenía otros planes. Con cada vuelta, el clima empeoraba y el asfalto se volvía cada vez más traicionero, creando una pista perfecta para que Senna, desde la 13ª posición, comenzara a recortar distancias a un ritmo asombroso.

A medida que las vueltas pasaban, Senna mostraba un dominio absoluto del Toleman bajo las lluvias. Sus tiempos de vuelta caían vertiginosamente, acercándose cada vez más a un Prost que luchaba con problemas mecánicos. Mientras tanto, los otros competidores se desmoronaban ante el desafío del clima, y Senna seguía siendo el hombre más rápido de la pista, como un predador acechando a su presa.

 El brasileño parecía tener todo para superar a Prost, quien sufría problemas de frenos. Sin embargo, la carrera fue detenida en la vuelta 32 debido a la intensidad de la lluvia, lo que dejó como resultado final las posiciones de la vuelta 31. Aunque muchos creen que Senna habría ganado, un daño en su monoplaza podría haber comprometido su rendimiento y haber evitado una posible victoria.

En paralelo, Stefan Bellof, quien también estaba avanzando rápidamente, redujo la distancia con Senna. A pesar de su destacada actuación, nunca logró alcanzar al brasileño. Sin embargo, su talento quedó registrado, aunque el equipo Tyrrell fue descalificado más tarde, eliminando su tercer puesto de los libros de historia.

Trágicamente, Bellof fallecería al año siguiente en un accidente durante una carrera de sportscars en Spa, dejando una de las historias más trágicas de la F1. Ironías del destino, el accidente de Bellof ocurrió con el mismo piloto, Jacky Ickx, quien había detenido la carrera en Mónaco por razones de seguridad.