Black Rabbit, final explicado
La miniserie éxito de Netflix sorprendió con su final a los espectadores.
Black Rabbit llegó a su fin con la emisión de su octavo episodio, consolidándose como uno de los fenómenos recientes de Netflix. La producción atrapó a millones de espectadores con una trama cargada de tensión, violencia y secretos familiares, y su desenlace no fue la excepción: un final oscuro, marcado por la tragedia y revelaciones inesperadas.
Black Rabbit, final explicado
La secuencia decisiva comenzó con el tan anticipado asalto al restaurante Black Rabbit de Jake Friedken en Manhattan. En medio del caos, Wes se interpuso para proteger a los invitados, pero fue asesinado frente a los ojos de su amigo. Su muerte se convirtió en el punto de quiebre de la historia, dejando a Estelle devastada y rompiendo la relación de Jake con Roxie. Desde allí, el futuro del restaurante quedó sepultado y el eje narrativo giró en torno a las consecuencias de ese disparo.
El episodio dio un giro mayor cuando Jake descubrió que entre los asaltantes estaba su hermano Vince. El reconocimiento fue instantáneo: los ojos detrás de la máscara confirmaron que la tragedia estaba íntimamente ligada a las deudas y a la vida criminal de Vince. Obligado a participar por Junior Mancuso, Vince terminó traicionando a su jefe y lo asesinó para salvar a Jake, revelando al mismo tiempo su rol central en la espiral de violencia que consumía a la familia.
El secreto más perturbador llegó poco después, cuando Vince confesó haber matado a su padre años atrás durante un episodio de abuso familiar. La madre de ambos y Mancuso encubrieron el hecho, lo que explicaba la influencia que el mafioso ejerció siempre sobre ellos. Jake admitió que ya lo sabía, y ese cruce íntimo de verdades marcó el clímax emocional de la serie, mostrando cómo el pasado había condenado a los hermanos desde el inicio.
Con la muerte de Vince tras su confesión, Jake tomó la decisión de cerrar definitivamente Black Rabbit. Entregó pruebas a la policía, cortó lazos con el crimen y asumió que el sueño del restaurante había quedado destruido. Paralelamente, Roxie y Tony comenzaron un nuevo proyecto gastronómico, Estelle retomó su carrera en el diseño y Mancuso, debilitado, optó por no tomar represalias.
El final mostró a Jake en un registro completamente distinto: lejos del vértigo, trabajando en un bar y acompañando a su hijo en una clase de danza. Así, todo lo construido alrededor de Black Rabbit se derrumbó por las malas decisiones.