Corea del Sur vuelve a demostrar su potencia global con Karma, una miniserie de solo seis episodios que, en cuestión de días, se posicionó entre las más vistas en Netflix Argentina. Con una narrativa ágil y una tensión sostenida de principio a fin, la serie logró dejar a la audiencia boquiabierta con su impactante cierre, donde las historias de seis personajes aparentemente desconectados se entrelazan-

¿Cómo se unen las historias de los protagonistas de Karma?

El eje narrativo de Karma se revela en el cuarto episodio, titulado La mujer atrapada en su pasado. Allí se desentraña el trauma de Lee Ju-yeon, una doctora que fue víctima de abuso sexual durante su adolescencia por un grupo de compañeros enmascarados. Aunque los sospechosos fueron identificados -Park Jae-yeong, Yoo Tae-jun y Yang Yong-seon-, la justicia no actuó y el crimen quedó impune. La única mujer implicada fue Yu-jeong, cómplice motivada por la envidia.

Desde aquel momento, Lee Ju-yeon vive atrapada en una espiral de pesadillas y recuerdos que no puede olvidar. La trama de Karma da un giro cuando descubre que uno de sus agresores ha sido internado en el hospital donde ella trabaja.

Con la ayuda de un investigador privado, empieza a reconstruir el destino de los culpables: uno se suicidó en prisión, otro murió por sobredosis, y el tercero -aparentemente Jae-yeong- se encuentra internado. Pero la revelación más perturbadora no tarda en llegar.

El hombre internado no es Park Jae-yeong, sino Kim Beom-jun, un estafador que suplantó la identidad del primero tras asesinarlo y quemar su cadáver en un almacén. El plan se ejecutó para cobrar un seguro de vida, pero no resultó como esperaba: el padre de Jae-yeong había donado todo el dinero a una iglesia, dejándolo sin recompensa y con una nueva identidad que arrastraba deudas y enemigos.

Kim Beom-jun, en su intento de escapar del pasado y de sus propios delitos, se convierte en un blanco fácil del Karma. Beom-jun, quien también ayudó a orquestar el asesinato del padre de Jae-yeong y convenció a Yu-jeong de tenderle la trampa a Ju-yeon, acaba perseguido por los errores que cometió bajo ambos nombres. La ironía del destino se cierne sobre él cuando sus enemigos comienzan a confundirse con aliados del pasado.

El final de Karma

En este entretejido de engaños, identidades falsas y cuentas pendientes, Karma plantea una mirada inquietante sobre la justicia fuera del sistema legal. Con un cierre que conecta todas las piezas del rompecabezas, Karma no solo atrapa con su formato compacto y ritmo trepidante, sino que deja una reflexión latente sobre cómo el pasado siempre vuelve. A veces, con rostro nuevo.