¿Cómo será la vuelta del hombre a la Luna?
Luego de más de medio siglo, la humanidad regresará al satélite de la Tierra.
Las imágenes de Apolo 17, con el astronauta Eugene Cernan dejando las últimas huellas humanas en el Valle Taurus-Littrow en 1972, quedaron grabadas como el cierre de una era dorada de la exploración espacial. Desde entonces, más de cinco décadas pasaron sin que un ser humano volviera a pisar la Luna. Ahora, esa espera parece tener fecha de vencimiento: entre febrero y abril de 2026 despegará Artemis II, el primer viaje tripulado hacia el satélite en 53 años.
¿Cómo será la vuelta del hombre a la Luna?
La misión no descenderá en la superficie, pero será un ensayo crucial para el regreso definitivo con Artemis III. El objetivo es validar los sistemas de la nave Orión y el cohete SLS en un vuelo de diez días, durante el cual los cuatro astronautas realizarán un sobrevuelo histórico que los llevará hasta 9.200 kilómetros más allá de la Luna. Será la primera vez que humanos observen de cerca la cara oculta del satélite natural.
El equipo que protagonizará esta hazaña está compuesto por Reid Wiseman, Christina Koch y Victor Glover, astronautas de la NASA, junto con Jeremy Hansen, de la Agencia Espacial Canadiense. Ninguno bajará al suelo lunar, pero sí cumplirán con una etapa indispensable para garantizar que la tecnología y los protocolos estén listos para la próxima conquista: volver a caminar sobre la Luna medio siglo después.
Las investigaciones en la Luna
Además de los hitos técnicos, la misión incorporará experimentos biológicos de vanguardia. La científica jefa de la NASA, Nicky Fox, explicó que se trabajará con organoides cultivados a partir de células de los propios astronautas, con el fin de analizar cómo la radiación y la microgravedad afectan el cuerpo humano en viajes prolongados. Son pruebas clave para pensar no solo en el retorno lunar, sino también en futuras expediciones a Marte.
El cierre de la misión a la Luna contempla un reingreso a la atmósfera terrestre que pondrá a prueba el escudo térmico de la nave Orión. Tras separarse de su módulo de servicio, la cápsula amerizará en el océano Pacífico, frente a las costas de California. Cada fase será analizada al detalle, porque el éxito de Artemis II es condición indispensable para dar luz verde al tan esperado alunizaje tripulado.
Medio siglo después de Apolo 17, la humanidad vuelve a mirar hacia la Luna con ambición renovada. La diferencia es que, esta vez, el objetivo no es solo llegar, sino permanecer: establecer bases, realizar investigaciones a gran escala y abrir el camino hacia Marte.