Conocé las locaciones de la serie Las maldiciones: ¿dónde se filmó?
La miniserie argentina de Netflix protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Gustavo Bassani y Mónica Antonópulos no solo atrapó por su trama de suspenso político y drama familiar, sino también por los impactantes paisajes que la acompañan.
Cuando termina Las maldiciones, muchos espectadores se hacen la misma pregunta: ¿dónde se filmó esta historia que combina política, poder y secretos familiares? La respuesta lleva al norte argentino, donde la producción eligió a Jujuy como epicentro del rodaje. Allí, entre montañas, salares y pueblos históricos, se construyó la atmósfera de tensión que sostiene a una de las series más comentadas de Netflix en septiembre de 2025.
Jujuy, el corazón visual de la serie
La provincia fue elegida por su geografía única y por la carga simbólica que acompaña a la trama: disputas por el litio, tensiones territoriales y luchas de poder. El rodaje se realizó en 2024 en condiciones extremas, con mañanas gélidas y cambios climáticos constantes que pusieron a prueba al elenco y a los más de 250 técnicos que participaron.
La Puna Jujeña: un paisaje que actúa
Uno de los escenarios más recordados de la serie es la Puna Jujeña, a más de 3.300 metros de altura. Con salares infinitos, montañas imponentes y un aire árido que parece de otro planeta, este paisaje no solo enmarca la historia: se convierte en un personaje más, reflejando la soledad y el peligro que enfrentan los protagonistas.
Quebrada de Humahuaca: color y profundidad histórica
Otro punto clave del rodaje fue la Quebrada de Humahuaca, famosa por sus cerros multicolores y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además de su belleza, el equipo trabajó en estrecha colaboración con las comunidades locales, lo que le dio autenticidad a las escenas y un vínculo especial entre la ficción y la vida real.
Susques y otros pueblos del altiplano
El pequeño pueblo de Susques, con apenas 1.140 habitantes y ubicado a 3.900 metros de altura, fue uno de los epicentros del rodaje. También se filmaron escenas en La Quiaca, Yavi, Santa Catalina y Puesto del Marqués, localidades que reforzaron el realismo y el carácter social de la historia.
Escenarios que potencian la trama
Lo más interesante es que Las maldiciones casi no utiliza escenarios urbanos. Todo sucede en espacios abiertos y naturales, lo que resalta la crudeza del relato. Montañas que rodean a los personajes, caminos interminables y pueblos aislados que parecen congelados en el tiempo aportan a la tensión dramática sin necesidad de artificios.
Con su estreno en más de 190 países, Las maldiciones no solo exhibe una historia atrapante: también convierte a Jujuy en protagonista internacional, mostrando cómo sus paisajes y su cultura pueden potenciar una producción de alcance global.