Netflix estrenó Las Maldiciones, una serie argentina de tres episodios que combina drama político y tensiones familiares. Protagonizada por Leonardo Sbaraglia, la historia atrapó rápidamente a los suscriptores, no solo por su trama cargada de intrigas, sino también por la fuerza de sus escenarios naturales, que se volvieron parte esencial del relato.

¿Dónde se filmó la serie?

El rodaje se realizó en la provincia de Jujuy durante 2024. La Puna jujeña, con sus salares, montañas y vientos helados, fue el telón de fondo de gran parte de la narración, aportando un aire imponente y a la vez hostil. También la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio de la Humanidad, tuvo un rol destacado, reforzando con su paisaje único la tensión de los conflictos que viven los personajes.

¿La historia transcurre en Jujuy o en otra provincia?

Aunque se filmó en Jujuy, la serie nunca aclara de manera explícita dónde ocurre la acción. Algunos espectadores sugieren que podría tratarse de La Rioja, debido al acento que utiliza Sbaraglia en varias escenas. Esa indefinición no parece casual: el guion juega con la idea de una provincia que funciona como un espacio simbólico, atravesado por disputas de poder y conflictos mineros que podrían ubicarse en diferentes rincones del país.

Esa ambigüedad narrativa le da a Las Maldiciones un carácter más amplio, casi universal, dentro de la geografía argentina. La historia se nutre de elementos reconocibles, pero evita quedar atada a un único mapa. Así, la serie refuerza su dimensión política y social, logrando que cualquier espectador pueda identificar esas tensiones sin importar de qué provincia se trate.

La combinación de escenarios jujeños reales y la construcción de una provincia ficticia explican en gran medida el magnetismo de Las Maldiciones. Entre paisajes deslumbrantes y conflictos humanos intensos, la serie consigue un equilibrio que la convierte en una de las producciones nacionales más potentes de Netflix en los últimos años.