Un thriller con giros inesperados

Basada en la novela Caught de Harlan Coben, Atrapados es la nueva serie argentina de Netflix que combina el suspenso con el drama policial. La historia sigue a Ema Garay (Soledad Villamil), una periodista que se ha hecho un nombre atrapando criminales que logran evadir la justicia. Su vida da un giro cuando investiga a un abusador de menores en línea y, poco después, la desaparición de una adolescente llamada Martina Schulz (Carmela Rivero). Con la imponente ciudad de Bariloche como escenario, la serie mantiene la tensión hasta el último minuto.

El primer caso de Ema la lleva hasta Leo Mercer (Alberto Ammann), un hombre dedicado al trabajo social que pronto se convierte en el principal sospechoso. Cuando es acusado de abuso, las pruebas parecen confirmar su culpabilidad. Pero a medida que la periodista se adentra en la investigación, surgen nuevas dudas. ¿Leo es realmente el monstruo que todos creen o está siendo víctima de un complot? La serie juega con la ambigüedad de sus personajes y mantiene al espectador en vilo mientras Ema busca la verdad.

Un rompecabezas de secretos

La desaparición de Martina complica aún más la historia. La joven violinista tenía una vida oculta en redes sociales y mantenía contacto con hombres poderosos. Pronto, el caso se conecta con Fran Briguel (Mike Amigorena), un empresario con influencias, y Marcos Brown (Juan Minujín), el mejor amigo de Leo. Mientras Ema sigue las pistas, descubre que la fundación de Mercer se encuentra en un terreno disputado, lo que la lleva a sospechar que todo forma parte de una conspiración más grande.

Cada episodio revela nuevos giros: Marcos no solo tendió una trampa a su amigo, sino que manipuló a Martina para su propio beneficio. Sin embargo, el mayor impacto llega al final, cuando se revela que el verdadero responsable de la muerte de la joven es Armando, el hijastro de Leo. Un error trágico que desata una cadena de encubrimientos.

Entre el thriller y el drama, Atrapados construye una historia que atrapa desde el primer capítulo. La serie plantea preguntas sobre la justicia, la manipulación de la verdad y los límites de la redención, enmarcadas en un final que, aunque cierra la trama, deja espacio para el debate.