¿De qué trata Un chico malo, la exitosa serie de Netflix?
Un chico malo en Netflix: cuando el dolor de la infancia se transforma en humor negro.
Netflix sumó a su catálogo Un chico malo (Bad Boy), una serie israelí basada en hechos reales se ha colocado en el Top 10 por su mezcla de violencia, comedia y drama, todo dentro del marco de un reformatorio juvenil. Con ocho episodios, y comparaciones inevitables con Adolescencia (la exitosa miniserie británica), esta ficción no solo retrata la crudeza de crecer en un entorno hostil, sino también el poder de la imaginación para sobrevivir.
¿Quién es el verdadero "chico malo"?
La historia sigue a Dean Scheinman, un adolescente encerrado en un brutal centro de detención juvenil. La violencia, el abandono y la crueldad del sistema lo marcaron profundamente, pero también lo empujaron a aferrarse a su ingenio como única salida. Años más tarde, Dean se convierte en comediante bajo el nombre de Daniel Chen, quien además es el creador y guionista de la serie, interpretando su propia versión adulta. Así, Bad Boy no solo cuenta su historia: es su historia.
¿Qué la hace distinta a otras series de adolescentes problemáticos?
Aunque la sinopsis puede recordar a otras ficciones sobre jóvenes en entornos violentos, Bad Boy introduce un elemento poco común: el humor como escudo. Daniel Chen no suaviza su pasado, pero lo resignifica. Con una narración cruda y cargada de ironía, la serie salta entre el dolor más profundo y momentos de delirio cómico. Es en ese equilibrio inestable donde se diferencia, aunque no siempre convenza a la crítica.
La serie fue cocreada por Ron Leshem (responsable de la Euphoria original), quien se internó en un reformatorio real para investigar y, en el proceso, conoció al verdadero Dean. Lo que comenzó como una observación terminó convirtiéndose en una historia en primera persona, contada con rabia, humor y cicatrices todavía abiertas.
Bad Boy es una historia incómoda, imperfecta y, por momentos, desgarradora. Pero también es un testimonio de cómo la creatividad puede surgir incluso en los lugares más oscuros. Porque a veces, para contar un infierno, hace falta reírse de él.