Desaparecido, final explicado: ¿Qué pasa con la inspectora Zabala?
El destino de la protagonista de la serie mantiene en vilo a miles de espectadores.
Desaparecido, el thriller vasco que atrapó a miles de espectadores en Netflix despierta enorme interés entre miles de espectadores. Uno de los personajes claves, es el de la inspectora Maite Zabala, cuyo final sorprendió a los espectadores.
¿Qué pasa con la inspectora Zabala?
Durante los ocho episodios de la serie, su figura crece capítulo a capítulo, no solo como la principal investigadora de la desaparición de Jon, sino como un emblema del compromiso emocional que asume frente a una comunidad que prefiere callar. Zabala no solo lidera la pesquisa policial: es madre de una de las amigas del joven desaparecido.
Esa doble condición la sitúa en un terreno emocional tan complejo como humano. La inspectora camina sobre la cornisa que separa el deber institucional del dolor íntimo. A medida que avanza la investigación, descubre que los amigos de Jon no han sido del todo sinceros. Todos ocultan algo.
La inspectora Zabala debe enfrentarse no solo a los hechos, sino al desconcierto de ver cómo los vínculos entre los jóvenes, e incluso los propios adultos del pueblo, se van deshilachando ante la presión de la verdad. La inspectora es quien ata los cabos, quien insiste, quien no deja de buscar.
Finalmente, el cuerpo de Jon es hallado en un sitio ya revisado del bosque: alguien lo había ocultado allí después. Zabala logra que se detenga al culpable, un amigo de Jon que actuó movido por celos y resentimiento.
Sin embargo, en el capítulo final se revela que Jon fue asesinado por Amaia, interpretada por Ainhoa Azpitarte. En las escenas finales, se muestra cómo, tras una tensa discusión en el bosque, ella lo empuja a un pozo. .
La clave para descubrir el crimen llega por parte de Maite Zabala, madre de Amaia e inspectora de policía. Ella encuentra una zapatilla embarrada en su casa, la misma cuya huella había sido registrada en la escena del crimen.
La propia inspectora Zabala encara a su hija y le dice: "No le cuentes a nadie". Con esa frase, la serie cierra su primera temporada, dejando un final abierto que anticipa un conflicto familiar profundo en donde la principal encargada de encontrar al culpable pasa a ser encubridora