¿Dónde filmaron El Gatopardo, la exitosa serie de Netflix?
Viajamos a Italia para indicarte cuales fueron las ciudades y lugares que pusieron escenario para la serie de Netflix.
La nueva adaptación de El Gatopardo ha conquistado a la audiencia de Netflix con su retrato de la aristocracia siciliana en tiempos de cambio. Inspirada en la célebre novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, la serie destaca por su fidelidad histórica y su cuidada ambientación. Para lograrlo, el equipo de producción eligió locaciones auténticas en Italia, transportando al espectador al siglo XIX con escenarios majestuosos y paisajes impresionantes.
Sicilia como protagonista
La mayor parte del rodaje tuvo lugar en Sicilia, isla que alberga algunos de los rincones más emblemáticos de la historia italiana. Ciudades como Palermo, Catania y Trapani fueron el telón de fondo perfecto para recrear la decadencia de la nobleza siciliana. En Palermo, la imponente Catedral y la famosa plaza de Quattro Canti aparecen en varias escenas clave, aportando autenticidad a la historia.
Palacios históricos para una historia aristocrática
Para representar la residencia de la familia Salina, la producción utilizó la Villa Valguarnera, ubicada en Bagheria, cerca de Palermo. Este majestuoso edificio barroco del siglo XVIII ha conservado su esplendor original, convirtiéndose en el escenario ideal para las escenas familiares más íntimas. Asimismo, el Palacio Comitini y la Sala Martorana en Palermo se usaron para las fastuosas reuniones de la aristocracia.
Catania y sus paisajes inolvidables
Catania también tuvo un papel fundamental en la serie. En esta ciudad, el Palazzo Biscari fue el escenario del gran baile de la historia, con su impresionante cúpula y salones decorados con frescos. Además, los paisajes áridos de Calanchi del Cannizzola, conocidos como el "desierto siciliano", sirvieron para ambientar los alrededores rurales de Donnafugata, la residencia de verano de los protagonistas.
Ortigia y otras locaciones italianas
La isla de Ortigia, en Siracusa, se convirtió en el ficticio pueblo de Donnafugata, con su encantadora Plaza del Duomo y el Palazzo Beneventano Del Bosco. Más allá de Sicilia, el rodaje también incluyó escenas en Roma y Turín. El Teatro de la Ópera de Roma sirvió para una elegante velada musical, mientras que el Grand Plaza Hotel albergó la inolvidable escena del vals entre Don Fabrizio y Angelica.
Con esta cuidada selección de locaciones, El Gatopardo logra transportar al público a una época de esplendor y cambio, consolidándose como una de las producciones más impactantes de Netflix.
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