Vientos oscuros, protagonizada por Zahn McClarnon y Kiowa Gordon, es una de las series más aclamadas de los últimos años. Ambientada en los años 70 en la Nación Navajo, conquistó al público no solo por su trama policial y sus giros dramáticos, sino también por el realismo de los escenarios donde se grabó.

El corazón de la filmación en Nuevo México

La serie se rueda principalmente en Santa Fe, capital de Nuevo México, y en sus alrededores. Una de las locaciones más destacadas es el Pueblo Tesuque, una pequeña comunidad conocida por su tradición artística.

Otro punto clave es Española, ciudad con gran riqueza cultural por la mezcla de herencias nativas, españolas y estadounidenses. Estos escenarios refuerzan la ambientación setentista y el choque de mundos que propone la historia.

Estudios y paisajes icónicos

Para las escenas de interiores, el equipo utilizó Camel Rock Studios, un complejo audiovisual en Santa Fe propiedad de la comunidad nativa. Según datos de AMC, el 70% de la primera temporada se grabó allí, mientras que el otro 30% se realizó en Cochiti Pueblo.

Además, los paisajes naturales que enmarcan la serie corresponden al Parque Tribal Navajo de Monument Valley, una de las zonas más reconocibles del cine estadounidense y símbolo de la cultura navajo.

Una producción con identidad nativa

La autenticidad no solo se refleja en las locaciones. Buena parte del elenco, equipo técnico y guionistas son nativos americanos, algo poco habitual en producciones de Hollywood. El productor ejecutivo Graham Roland, de la tribu Chickasaw, destacó que la serie cuenta la historia desde la mirada de quienes crecieron y viven en esa comunidad, sin recurrir a un "personaje blanco intermediario".

Esta decisión artística fue celebrada incluso por la oficina de cine de Nuevo México, que resaltó en 2021 el valor de tener un director, escritores y actores nativos en un proyecto tan representativo.

Con estos escenarios y un enfoque auténtico, Vientos oscuros se consolidó como una producción única en el panorama actual, combinando suspenso policial, drama social y un retrato fiel de la cultura navajo.