Uno de los puntos fuertes de Olympo, la serie española de Netflix, es su imponente puesta en escena. El Centro de Alto Rendimiento ‘Pirineos' no es solo una ficción: gran parte de la serie se rodó en el Balneario de Panticosa, en pleno corazón del Pirineo aragonés.

Durante semanas de septiembre y noviembre de 2024, el histórico balneario -normalmente reservado al relax y la salud- se transformó en un centro deportivo de élite, con piscinas, gimnasios, despachos y pasillos que hoy reconocen miles de espectadores. Las vistas desde las ventanas del CAR, tan presentes en la serie, son reales.

Una producción que respetó el entorno

El rodaje involucró a más de 140 técnicos y casi 200 figurantes locales. Se usaron drones, grúas y jornadas de más de 10 horas para capturar el dramatismo natural del lugar. Según explicaron los productores, se buscaba un sitio "con carácter, belleza e historia". Y Panticosa lo tiene todo.

El clima también jugó a favor: la niebla, las lluvias suaves y el frío aportaron una atmósfera mitológica que realza el tono oscuro de la serie. No se necesitaron efectos especiales para transmitir aislamiento y presión: el Pirineo hizo su magia.

Hoy, quienes conocen la zona pueden identificar en cada plano ese paisaje salvaje, puro y lleno de simbolismo. Olympo no solo atrapó por su historia, sino por un entorno que -como los personajes- oculta más de lo que muestra.