Pulso logró irrumpir con fuerza en el catálogo de Netflix. Su propuesta visual y narrativa renovó el interés por el género. Pero, detrás de la tensión y el vértigo clínico, hay una pregunta clave: ¿dónde se filmó la serie?

¿Dónde se filmó Pulso?

Aunque Pulso está ambientada en Miami, no todo se filmó allí. Las escenas exteriores sí aprovecharon el característico paisaje urbano y costero de la ciudad. Playas del condado de Miami-Dade y zonas como Sunny Isles Beach sirvieron de escenario para varias secuencias.

Incluso el emblemático Jackson Memorial Hospital, con su helipuerto visible desde el aire, aparece en la serie. Así aporta un toque de veracidad a las urgencias que retrata.

Sin embargo, los interiores del ficticio Maguire Medical Center -el núcleo donde transcurre gran parte de la acción- fueron grabados a más de 3.000 kilómetros de distancia: en Albuquerque, Nuevo México. La producción eligió esta ciudad por su tradición audiovisual y por ofrecer condiciones óptimas de rodaje, sin interferir con el funcionamiento de hospitales reales.

En Albuquerque participaron más de 200 técnicos y 30 actores locales, reforzando así el carácter colaborativo de la industria audiovisual del suroeste estadounidense. No es casual que esta ciudad haya sido también sede de grandes éxitos como Breaking Bad o Better Call Saul.

La decisión de alternar Miami y Albuquerque no fue meramente estratégica por parte de la producción de Pulso. Fue estética. Mientras la primera aporta su energía multicultural, arquitectura moderna y luz tropical, la segunda ofrece control total sobre los espacios interiores. Esta dualidad enriqueció la serie con un contraste visual que potencia la tensión narrativa capítulo tras capítulo.

Pulso no solo lidera los rankings globales de la plataforma: también destaca por la coherencia entre su historia y su producción. La elección de locaciones no fue un detalle menor, sino un elemento fundamental para sostener el ritmo frenético de su guion y dotar de credibilidad a sus escenas más intensas.