El Conjuro 4: ¿Qué relación tiene la Hermana Irene Palmer con Lorraine Warren?

El universo de El Conjuro sigue expandiendo sus secretos. Con la llegada de El Conjuro 4: Últimos Ritos, la conexión entre la hermana Irene Palmer y Lorraine Warren vuelve a generar debate entre los fanáticos.

¿Qué relación tiene la Hermana Irene Palmer con Lorraine Warren?

Lo revelado en La Monja 2 explica por qué ambas comparten habilidades psíquicas y por qué el demonio Valak se obsesiona con ellas, preparando el terreno para lo que se viene en la saga principal. Se confirma que Irene Palmer y Lorraine son descendientes de Santa Lucía, una figura venerada dentro del cristianismo por los dones sobrenaturales que le atribuían sus fieles.

Esta herencia mística convierte a Irene en una pieza clave dentro del combate contra las fuerzas demoníacas. Los descendientes de Santa Lucía, como Irene y Lorraine Warren, poseen los ojos de la santa y con ellos heredan poderes de clarividencia y premonición.

Ese vínculo explica el parecido físico entre ambas y, sobre todo, el interés particular de Valak en cazarlas, ya que representan una amenaza directa para su poder. La revelación también despeja una de las mayores teorías de los seguidores: Irene y Lorraine Warren no son la misma persona.

Aunque en la ficción están unidas por la sangre de Santa Lucía, en la vida real son interpretadas por las hermanas Taissa y Vera Farmiga, un detalle que durante años alimentó especulaciones en redes sociales. La conexión no solo suma coherencia entre La Monja y El Conjuro, sino que abre la puerta a nuevas historias que unan ambas sagas.

En ese marco, se entiende también por qué Valak se aparece a Irene Palmer en una visión juvenil, antes de que los Warren entraran en escena. Ese guiño anticipa que el demonio siempre tuvo como objetivo destruir a la descendencia de Santa Lucía, un detalle que ahora, con El Conjuro 4, promete cobrar un peso central en la lucha final contra el mal.