Una imagen publicada en Instagram conmovió a miles de seguidores. Se trata de un cuadro inacabado que María Becerra pintó durante días de mucho dolor. La artista lo compartió junto a un texto que revela su carga emocional: "Representa mucha oscuridad para mí, pero también un poco de esperanza...".

La pintura, según confesó, la comenzó hace 25 días pero no pudo terminarla. "Cada vez que intento seguirlo, me pongo a llorar", escribió en una historia. En el rincón inferior derecho, había pensado agregar globos flotando, símbolo de alivio o libertad. Pero nunca llegó a hacerlo.

Qué le pasó a María Becerra: embarazo ectópico

Ese "cuadrito", como lo llama, nace en un contexto íntimo y doloroso: Becerra atravesó hace pocas semanas un embarazo ectópico que puso en riesgo su vida. Fue internada de urgencia con fuertes dolores abdominales y una hemorragia interna. Su equipo confirmó que se trató de un cuadro similar al que ya había vivido tiempo atrás.

La cantante ya había perdido un embarazo en el pasado, y esta recaída provocó un fuerte impacto físico y emocional. Su pareja, J Rei, fue clave en la asistencia inmediata. "Gracias a Juli y al equipo médico, se logró actuar a tiempo", expresaron oficialmente.

Tras salir de terapia intensiva, la artista comenzó una lenta recuperación. Desde entonces, optó por refugiarse en el arte y abrió un perfil paralelo en redes donde comparte sus creaciones. Ese cuadro, con trazos oscuros y sin terminar, es un reflejo de su proceso interior.

En paralelo, Becerra reapareció en público con un gesto que fue ampliamente valorado: participó activamente en una jornada solidaria tras las inundaciones en Zárate y Campana. Se la vio cargando cajas y entregando bolsones a vecinos afectados por el temporal.

Mientras transita este difícil momento, María agradeció el apoyo incondicional de sus fans. También dejó en claro que su prioridad es sanar, tanto a nivel físico como emocional, sin apresurarse con sus compromisos artísticos.

"No creo que lo termine nunca...", escribió sobre la obra. Pero en ese cuadro inconcluso también hay algo que empieza: una etapa nueva, más consciente, donde la vulnerabilidad se transforma en fuerza.