El secreto del tiburón inmortal que nada en el Ártico
Los tiburones de Groenlandia son la especie más longeva que habita la Tierra. ¿Cuál es su secreto?
Hace 500 años, el mundo era otro. América apenas estaba siendo colonizada por los europeos, la Reforma protestante de Martín Lutero comenzaba a sacudir a Europa y el barco era el medio de transporte más veloz. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado desde entonces: los tiburones de Groenlandia. Algunos de estos animales que hoy habitan las profundidades del Ártico podrían haber nacido en esa misma época.
¿Cómo son los tiburones de Groenlandia?
Estos tiburones, cuyo nombre científico es Somniosus microcephalus, poseen una característica que asombra a los científicos: su longevidad extrema. Se estima que pueden vivir más de 500 años, aunque los estudios más prudentes calculan una edad mínima de 270 años para los ejemplares más antiguos analizados. Este récord los convierte en los vertebrados más longevos del planeta.
Su esperanza de vida no es la única rareza. Alcanzan hasta siete metros de longitud, pesan alrededor de mil kilos y tienen un crecimiento extremadamente lento, de apenas un centímetro por año. Es por eso que se cree que una hembra de esta especie no alcanza la madurez sexual hasta los 150 años, un dato que subraya su vulnerabilidad frente a la pesca y los cambios ambientales.
El secreto de los tiburones de Groenlandia
Una de las claves de su longevidad puede estar en su metabolismo. Un estudio reciente reveló que no hay diferencias significativas en la actividad metabólica muscular entre tiburones jóvenes y ancianos, lo que indica una estabilidad fisiológica notable a lo largo de los siglos. Este fenómeno podría ser uno de los secretos detrás de su resistencia al paso del tiempo.
Los tiburones de Groenlandia habitan en las frías y oscuras profundidades del océano Ártico y el Atlántico Norte, llegando a sumergirse hasta 2.200 metros. Viven en temperaturas cercanas al punto de congelación, entre -1 y 10 grados, condiciones que exigen un metabolismo extremadamente lento y eficiente.
A pesar de su apariencia lenta y pesada, son depredadores oportunistas. Se alimentan de peces, calamares y restos de mamíferos marinos. En sus estómagos se han hallado desde focas hasta partes de osos polares. Curiosamente, muchos ejemplares presentan visión reducida o ceguera parcial. Esto se debe a un parásito, el copépodo Ommatokoita elongata, que se adhiere a sus córneas.
A pesar de esta desventaja, el tiburón de Groenlandia sobrevive durante siglos en las tinieblas del océano. Además, se consolida como uno de los seres más enigmáticos del mundo.