Encuesta Gran hermano: placa positiva, actualizada al 14 de mayo
Encuesta realizada por Fede Bongiorno revela los más y menos queridos del reality.
Una nueva encuesta realizada por el periodista Fede Bongiorno revela cómo cae cada participante de Gran Hermano 2025 ante el público. Los resultados marcan diferencias claras entre los más queridos y los que enfrentan mayor rechazo.
Los datos se obtuvieron a través de encuestas públicas en X (ex Twitter), donde Bongiorno consultó la imagen positiva, negativa e indiferente de cada jugador. Con más de 20 mil votos en algunas publicaciones, la muestra es una de las más representativas hasta el momento.
%uD83D%uDC41 Quedan 10 participantes en #GranHermano y, como todas las semanas, les traigo encuestas de opinión pública sobre cada uno de ellos
— fefe (@fedeebongiorno) May 12, 2025
Votan y ven los resultados de la semana pasada en este hilo %uD83D%uDC47 pic.twitter.com/HTVxekbNDO
Quién es el más querido de Gran Hermano 2025
Ulises lidera la tabla con una imagen positiva del 54,8%. Es el único participante que supera la barrera del 50% con claridad, acompañado solo por Tato, que registra 53,2% de aprobación. Ambos se posicionan como los más fuertes si se tratara de una "placa positiva".
Luz y Eugenia también se encuentran entre las favoritas, con un 51,7% y un 52,2% de imagen positiva.
Un escalón más abajo aparece Lucía, con un 37,7% de apoyo, y Selva, que cosechó un 37,1%. Aunque no tienen una mayoría sólida a favor, mantienen un nivel aceptable de respaldo entre los votantes.
En cambio, el caso de Lourdes refleja un panorama adverso: el 64% de los usuarios votó con una percepción negativa hacia ella. Su imagen positiva es apenas del 22,4%, uno de los niveles más bajos del sondeo.
Juan Pablo, Katia y Sandra también integran el grupo de los más cuestionados. Los tres superan el 60% de imagen negativa, con valores positivos que no llegan al 30%. Esto los dejaría muy complicados si el voto fuera exclusivamente por permanencia.
Por otro lado, figuras como Tato y Ulises tienen el diferencial más amplio entre aprobación y rechazo, una señal de ventaja si se consolida una "final por afinidad".