La China Suárez se fue a Turquía sin sus hijos, pero antes de despegar dejó un posteo explosivo contra Benjamín Vicuña. Lo acusó de todo: maltrato, adicciones, abandono y, lo que más dolió, de ser un mal padre. El actor chileno le había revocado el permiso para sacar del país a Amancio y Magnolia, y esa decisión encendió la mecha.

La bomba no tardó en hacer eco. Pampita, expareja de Vicuña y madre de uno de sus hijos, rompió el silencio para defenderlo. "Benjamín es un padre amoroso", le escribió a Yanina Latorre. Y aunque evitó opinar directamente sobre la China, dejó entrever que no aprueba sus formas. Con elegancia emocional, puso paños fríos en un incendio con demasiados testigos.

Icardi suma leña al fuego

Como si faltara alguien en el escándalo, apareció Mauro Icardi desde Estambul para respaldar a la actriz con un críptico posteo: "No todos los portales te llevan al paraíso, algunos te tiran al infierno". El futbolista, pareja actual de la China, eligió el camino del enigmático pero dejó clara su posición: está de su lado, aunque eso lo meta en un conflicto familiar con efectos colaterales.

Detrás de los posteos y las versiones cruzadas, hay otra decisión que suena a cerrojo definitivo: Nicolás Cabré también analiza revocar el permiso para que la China viaje con Rufina, su hija en común. Según trascendió, habría un pacto tácito entre los dos padres para que sus hijos mantengan su vida en Argentina. Un freno al plan de mudanza y, también, a su relación con Icardi.

Benjamín eligió el silencio institucional. "No voy a contestar a tanto odio", le escribió a Ángel de Brito, aunque aclaró que sus hijos saben qué tipo de padre es. Mientras tanto, el escándalo se multiplica como si fuera una serie por entregas. Pero esta historia no tiene guión, y mucho menos un final feliz a la vista.