El final de la segunda temporada de The Last of Us dejó una escena final que encendió todas las alarmas. Ellie aparece en la mira de Abby, y un disparo repentino oscurece la pantalla dejando a los fans con una sola pregunta: ¿sigue viva?

La serie de HBO, basada en el exitoso videojuego de Naughty Dog, no teme tomar decisiones drásticas. Ya lo demostró en los primeros episodios al mostrar la muerte de Joel, y ahora vuelve a sorprender con un desenlace cargado de tensión y ambigüedad.

Durante los últimos capítulos, Ellie se adentra en territorio enemigo con el objetivo de encontrar a Abby. A pesar de las advertencias de sus compañeros, decide continuar sola y llega hasta el acuario, donde asesina a Owen y a Mel, sin saber que esta última estaba embarazada.

El impacto emocional de esa escena es brutal. Ellie queda paralizada frente al cuerpo de Mel, devastada por lo que acaba de hacer. Sin embargo, no hay tiempo para procesarlo: Tommy y Jesse la sacan de allí y vuelven al teatro, creyendo que lo peor ya pasó.

Pero nada más lejos de la realidad. Abby los encuentra, mata a Jesse sin dudar, y encara a Ellie en una escena que cierra con un disparo fuera de cámara. No se muestra a quién impacta la bala, y la pantalla se funde a negro.

The Last of Us, segunda temporada, por Max

El recurso narrativo recuerda a momentos similares en series como Juego de Tronos, donde todo personaje está en peligro real. HBO parece seguir esa lógica: acá, nadie está a salvo.

Lo más desconcertante es que, tras el disparo, la historia salta a un flashback desde la perspectiva de Abby. Esto refuerza la idea de que la próxima temporada podría centrarse en ella, como sucede en el juego original, y dejar el destino de Ellie en suspenso por un tiempo más.

Aunque la escena sugiere lo peor, los que conocen la historia saben que Ellie aún tiene camino por recorrer. El cierre de temporada fue diseñado para crear misterio, y todo indica que la verdadera resolución llegará recién en la tercera parte.