Explicación del final del capítulo 3 de Daredevil: Born Again
La serie de Marvel sorprendió en su tercera entrega de esta nueva temporada.
Daredevil: Born Again sigue profundizando en el lado más oscuro de Hell's Kitchen, y el tercer episodio dejó una de las muertes más trágicas de la serie. La ejecución de White Tiger a manos de un hombre con el icónico logo del Punisher ha desatado una ola de preguntas entre los fans. ¿Frank Castle está detrás del asesinato o hay algo más siniestro en juego?
El capítulo gira en torno al juicio de Héctor Ayala, alias White Tiger, quien es acusado de matar a un policía. Matt Murdock logra demostrar su inocencia, pero solo a costa de exponer su identidad secreta. Tras ser exonerado, Héctor regresa a su vida... por unas pocas horas. Esa misma noche, es emboscado en un callejón y asesinado de un disparo en la cabeza.
¿Frank Castle ha vuelto?
La gran incógnita es la identidad del asesino. El chaleco con la calavera del Punisher es una pista evidente, pero no definitiva. Frank Castle ha sido confirmado en la serie, pero su regreso como villano parece improbable. En episodios anteriores, se ha revelado que policías corruptos han adoptado su símbolo, lo que sugiere que su legado podría haber sido distorsionado para justificar ejecuciones extrajudiciales.
Por otro lado, Wilson Fisk sigue moviendo los hilos desde las sombras. Convertido en alcalde de Nueva York, su lucha contra los vigilantes se ha intensificado, y la muerte de White Tiger podría ser parte de su estrategia. Si logra culpar a Frank Castle del crimen, tendría una excusa perfecta para erradicar a los justicieros de la ciudad.
El episodio cierra con un desgarrador detalle: mientras los créditos ruedan, se escucha el canto de ranas y el sonido del mar, un recuerdo de la infancia de Héctor en Puerto Rico. Un último homenaje a un héroe que nunca pudo escapar de su destino, dejando a Matt con otra cicatriz que lo perseguirá en su lucha por la justicia.