Explicación del final de 'Bête Noire' de Black Mirror: capítulo 2 de la temporada siete
Una historia sobre manipulación, control de la realidad y cuentas pendientes del pasado.
"Bête Noire" es uno de los episodios más impactantes y oscuros de la séptima temporada de Black Mirror. Esta vez, la serie se mete de lleno en el terreno de la paranoia, el gaslighting y la manipulación tecnológica, a través de una historia que arranca como comedia negra y termina en una distopía personal.
La protagonista, María (Siena Kelly), es una brillante investigadora de alimentos que desarrolla una barra de chocolate con sabor a miso. Todo cambia cuando una ex compañera del secundario, Verity (Rosy McEwen), aparece en un grupo de prueba del producto. En cuestión de días, logra meterse por completo en la vida profesional de María. Consigue un trabajo como su asistente, un puesto que, hasta ese momento, ni siquiera existía.
Capítulo 2 de la temporada 7 de Black Mirror
Desde ese punto, los hechos empiezan a volverse inquietantes. María comienza a notar errores de memoria, contradicciones, hechos que no puede comprobar. Se frustra cuando Verity confunde el nombre del restaurante Barnies (referencia a otros episodios de la serie), pero luego descubre que quizás ella misma lo recordaba mal. O quizás no.
"Es como si todo lo que sé estuviera mal", parece decir su mirada. La gota que rebalsa el vaso es una acusación: beberse la leche de almendras de una colega. Algo imposible, porque María tiene una grave alergia a los frutos secos. Sin embargo, un video la incrimina. Y cuando intenta defenderse, sus compañeros ni siquiera reconocen que las alergias a los frutos secos existen.
El desconcierto se convierte en desesperación
En una escena brutal, María enfrenta a Verity en su casa. Discuten, la tensión sube y Verity llama a la policía con solo activar su collar. La acusan de irrumpir armada y la reducen violentamente. Pero justo antes de ser detenida, María le quita el arma al oficial y mata a Verity.
Ahí viene el giro final: María usa el collar de Verity, un dispositivo que permite sintonizar con realidades paralelas, para reescribir su historia. Le ordena convertirse en la emperatriz del universo.
"Es divertido hacer que parezca que [María] lo perdió todo en los últimos momentos y luego verla triunfalmente, como un fénix que sale de la llama", explica el creador Charlie Brooker. "Es un final un poco chistoso, pero espero que sea un poco absurdo".
La motivación de Verity se revela en los minutos finales: en la secundaria, María había inventado un rumor cruel sobre ella. Esa herida nunca cicatrizó, y Verity decidió vengarse utilizando una tecnología capaz de deformar la realidad.
"Me gusta la idea de que dos personas tengan verdades diferentes y recuerdos diferentes de ello", dice Siena Kelly.
"El hecho de que Verity nunca pudiera dejarlo ir es bastante desgarrador", agrega Rosy McEwen.