Nada es lo que parece

Si algo deja en claro Atrapados, la serie argentina basada en la novela Caught de Harlan Coben, es que las apariencias engañan. A lo largo de seis episodios, seguimos a Ema Garay (Soledad Villamil) en su búsqueda de justicia, primero contra un abusador de menores y luego por la desaparición de Martina Schulz (Carmela Rivero). Todo parece apuntar a Leo Mercer (Alberto Ammann), el hombre que dirige una fundación para jóvenes en Bariloche, pero la verdad es mucho más compleja.

En el episodio final, Ema descubre que Martina tenía una cuenta en CoX, donde un misterioso fanático la convenció de viajar a Buenos Aires. Ese hombre es Fran Briguel (Mike Amigorena), un empresario con influencias que intentó abusar de ella. Martina logró escapar con la ayuda de Marcos Brown (Juan Minujín), el mejor amigo de Mercer, quien la llevó de vuelta a Bariloche. Pero su historia no terminó ahí. Marcos, desesperado por recuperar las tierras de su familia, manipuló a Martina para tenderle una trampa a Leo.

El verdadero asesino

Si bien Marcos ideó el plan para incriminar a su amigo, no fue él quien mató a Martina. La periodista descubre que la joven pasó la noche en la casa de Armando, el hijastro de Leo. Allí, Martina encontró un video que demostraba la inocencia de Mercer y amenazó con revelarlo. En medio de la discusión, Armando la empujó accidentalmente por las escaleras, provocando su muerte. Su madre, intentando protegerlo, escondió el cuerpo en el bosque y dejó pistas falsas para inculpar a Leo.

Mientras tanto, Marcos, con el objetivo de quedarse con las tierras, plantó pruebas en la cabaña de su amigo y se hizo pasar por el abusador en línea para que Ema y la policía lo señalaran como el culpable. Sin embargo, la verdad termina saliendo a la luz cuando Camila, una de las víctimas, reconoce al verdadero abusador en otra provincia, lo que finalmente exonera a Leo.

El cierre y las consecuencias

Tras descubrir la verdad, Ema enfrenta a Marcos, quien intenta asesinarla en el lago. Pero la periodista logra defenderse y él, acorralado, se suicida. Armando, por su parte, no puede con la culpa y confiesa su crimen. Al final, la justicia se hace presente, pero el daño ya está hecho. Leo, quien había sobrevivido al disparo del padre de Camila, huye de Bariloche para comenzar una nueva vida lejos de quienes lo traicionaron.

El desenlace de Atrapados no solo resuelve el misterio de Martina y el abuso de menores, sino que también deja en claro cómo el poder y la corrupción pueden manipular la verdad. Ema, aunque logra exponer a los verdaderos culpables, paga un precio alto: su relación con su hijo Bruno queda fracturada y su vida personal, al igual que la de Leo, nunca volverá a ser la misma.