En la segunda temporada de El Juego del Calamar, uno de los personajes más intrigantes es Se-mi, la Jugadora 380, interpretada por Won Ji An. Se-mi es una concursante astuta y calculadora que decide unirse al equipo liderado por Thanos, con la esperanza de mejorar sus probabilidades de sobrevivencia. 

Desde el inicio, Se-mi demuestra tener una mente estratégica y una visión clara de lo que debe hacer para llegar hasta el final del juego, y lo primero que decide es rodearse de jugadores a los que considera menos inteligentes, con la idea de manipularlos y controlar la situación en su favor.

La estrategia de supervivencia de Se-mi

Una de las primeras decisiones cruciales que toma Se-mi es unirse al equipo de Thanos, un grupo de jugadores que, a su juicio, tienen menos capacidad de cálculo y estrategia que los demás competidores. 

Se-mi cree que, al estar rodeada de personas que no están tan bien preparadas mentalmente, tendrá la oportunidad de manipularlos y, por lo tanto, podrá adelantarse a sus movimientos y asegurar su supervivencia en el juego. 

Esta estrategia parece ser una jugada brillante en su mente, ya que, al tener el control de los miembros de su equipo, podría moverse con mayor libertad dentro del peligroso entorno del juego.

Sin embargo, lo que Se-mi no anticipa es lo impredecible que puede ser el comportamiento de sus compañeros de equipo. Aunque ella cree que tiene el control sobre todos ellos, las cosas no salen como lo había planeado. 

A pesar de su aparente dominio, Se-mi descubre rápidamente que las personas en las que más confiaba no son tan fáciles de manipular como pensaba. Esta situación la coloca en una posición vulnerable que, a medida que avanza la temporada, se convierte en una de las principales fuentes de conflicto para su personaje.

La traición que cambia el rumbo de su juego

Uno de los giros más impactantes de la trama para Se-mi ocurre cuando el jugador Min-su, en quien más confiaba, la traiciona. A lo largo de la serie, Se-mi construye una relación de confianza con Min-su, pensando que su alianza con él le permitiría avanzar sin mayores dificultades. 

Sin embargo, Min-su demuestra ser mucho más astuto y calculador de lo que Se-mi había imaginado. En un momento crítico del juego, Min-su no duda en traicionarla, dejándola expuesta en un momento en que más necesitaba su apoyo.