La última noche de Oasis

El 28 de agosto de 2009 marcó el final de una era cuando Oasis se preparaba para encabezar el festival Rock en Seine en Francia. Minutos antes de su actuación, un mensaje proyectado en las pantallas anunció la cancelación del show debido a un problema entre los hermanos Gallagher. "Como producto de un altercado dentro de la banda, la presentación de Oasis ha sido cancelada". Fue el momento en que las tensiones acumuladas entre Liam y Noel, alimentadas por meses de roces y disputas, explotaron. Los rumores de una separación definitiva comenzaron a circular con más fuerza.

Noel Gallagher, como un oráculo del britpop, confirmó lo inevitable. En un comunicado publicado en MySpace, expresó que su relación con Liam había llegado a un punto de no retorno. "Con algo de tristeza y un gran alivio, les informo que esta noche dejo Oasis", escribió el músico. "La gente escribirá y dirá lo que quiera pero sencillamente no puedo soportar trabajar con Liam ni un día más. Mis disculpas a todas las personas que compraron boletos para los shows de París, Constanza y Milán".

 La chispa que encendió el caos fue el lanzamiento de la línea de ropa de Liam, que parecía haber llevado la rivalidad fraternal a nuevas alturas. El clímax llegó en un camerino, donde Liam, en un arrebato de furia, destrozó una guitarra, sellando el destino de la banda.

La bronca nunca se contó y durante años han seguido burlándose uno del otro en entrevistas, conciertos y redes sociales. El rock 'n' roll no murió para ninguno de ellos, solo encontró caminos diferentes para sobrevivir. Noel se refugió en la experimentación cósmica con los High Flying Birds, mientras que Liam continuó abrazando su esencia de estrella de rock indomable, recordando a todos que "las vibras" siguen intactas.

A pesar de las interminables peleas, los fanáticos de Oasis han recibido una gran noticia con la reunión de Oasis. Como un mito del rock que se niega a morir, ni Liam ni Noel han cerrado por completo la puerta a un regreso. Será una gira corta y de aniversario donde no sería extraño esperar insultos cósmicos y guitarras rotas. El futuro de Oasis sigue siendo un enigma, envuelto en la niebla del rock 'n' roll.