La verdad detrás de este hombre
Esta es la historia tras el primer viral de internet que causó un enorme impacto en la psiquis de miles de personas.
Una imagen en blanco y negro empezó a circular por internet con una simple pero perturbadora pregunta: "¿Has soñado con este hombre?". Era 2009, la cara, sin nombre ni historia, era la de un hombre de rasgos genéricos. Y sin embargo, cientos -luego miles- de personas en todo el mundo aseguraron haberlo visto en sueños.
La historia detrás de This Man
La intriga se expandió como fuego en redes sociales, foros y correos en cadena. Así nació uno de los experimentos virales más impactantes de la era digital. El sitio thisman.org fue el centro del fenómeno. Allí se acumulaban relatos de sueños similares: el mismo rostro aparecía como figura misteriosa, guía onírico o testigo silencioso.
El misterio creció con una historia que parecía salida de un thriller psicológico, tal vez una de las primeras leyendas urbanas de internet. El relato decía que el retrato era de una paciente de Nueva York habría dibujado ese rostro tras soñar con él repetidamente, y otros pacientes lo reconocieron. A partir de allí, la pregunta sobre "este hombre" empezó a recorrer el mundo.
Las reacciones no tardaron. Medios alternativos, comunidades esotéricas y hasta académicos comenzaron a discutir el fenómeno. Algunos incluso apelaban a teorías místicas, como el "campo akáshico", una especie de memoria universal conectada a todos los seres humanos.
Un experimento multitudinario
La historia de este hombre se tornó aún más fascinante cuando apareció el creador detrás del experimento. Andrea Natella, sociólogo y publicista italiano, confesó que todo era parte de una estrategia viral. El rostro había sido diseñado digitalmente usando un software de composición facial.
No existía paciente, ni psicólogo, ni casualidades clínicas: el mito había sido sembrado a propósito para estudiar cómo se construyen las leyendas en internet. Lejos de apagar el fuego, la revelación lo avivó. Muchos creyeron que Natella intentaba ocultar la verdad. Otros afirmaban que, más allá del origen artificial, realmente habían soñado con ese rostro.
Algunos incluso aseguraban que lo vieron recién después de conocer la imagen, como si la sugestión hubiese instalado la figura en su mente dormida. La viralización, entonces, ya había hecho su trabajo.
Hoy el experimento se estudia en universidades y seminarios sobre medios digitales, psicología de masas y cultura contemporánea. Demostró cómo un mito puede instalarse en la conciencia colectiva sin necesidad de hechos reales, apoyado únicamente en la repetición, el diseño visual y la psicología social. "Este hombre" fue, literalmente, un rostro sin historia que terminó construyéndose una.