Uno de los momentos más impactantes de la temporada 3 de El Juego del Calamar fue protagonizado por No-eul, la guardia número 011. En contra de todo lo establecido por el juego, salvó la vida del Jugador 246, revelando así su verdadera historia.

Aunque durante la temporada 2 parecía formar parte del equipo que obedecía las reglas sin cuestionarlas, su actitud comenzó a cambiar. En secreto, No-eul fingió matar al jugador Gyeong-seok durante el enfrentamiento final, pero en realidad disparó a una zona no vital para protegerlo.

Por qué el Guardia salvó al jugador 246 en El Juego del Calamar 3

Ese fue solo el comienzo. Más tarde, simuló colaborar con la red de tráfico de órganos, pero su objetivo era otro: sacar al jugador de la sala de cirugía con vida. Una vez allí, eliminó a los demás guardias y obligó al médico a curarlo. Gyeong-seok, aún confundido, no tuvo más remedio que confiar en ella.

Lo que nadie sabía es que No-eul tenía una conexión personal con el Jugador 246. En su vida fuera del juego, había trabajado como animadora en un parque infantil. Allí conoció a la hija de Gyeong-seok, una nena con cáncer. Fue en ese momento cuando entendió que él participaba en los juegos para salvar a su hija.

La historia de No-eul también está marcada por la pérdida. Es una desertora norcoreana que se vio obligada a abandonar a su esposo y a su hija. Esa culpa la acompaña desde entonces. Por eso, al ver a Gyeong-seok en la misma situación, decidió ayudarlo como no pudo hacerlo con su propia hija.

Enfrentar al sistema no fue gratis. No-eul se ganó el odio del oficial al mando y de los otros guardias, que la señalaron como traidora. Pero ella no se calló: le recordó que el objetivo original de los juegos era ayudar a los desesperados, no explotarlos para beneficio personal.

Su rebelión no fue un acto impulsivo, sino el resultado de un profundo conflicto interno. Ayudar al Jugador 246 fue su forma de resistir y de redimirse. En el universo despiadado de El Juego del Calamar, No-eul eligió ser humana.