La verdad sobre el final de Tirso en Entrevías 4

El cierre de la cuarta temporada de Entrevías ha dejado a los espectadores con un torbellino de emociones. Tirso Abantos, el personaje interpretado por José Coronado, ha sido el eje central de la historia, enfrentando la pérdida de su nieta Irene y un camino lleno de violencia, venganza y redención. Pero, ¿cómo termina realmente su historia?

Tirso contra todos

Desde el inicio de la temporada, Tirso se ve envuelto en una serie de conflictos que lo llevan al límite. Entre la desaparición de su hijo Santi, las amenazas de Quini y la persecución de un asesino en serie, el exmilitar debe tomar decisiones cada vez más arriesgadas. Sin embargo, su mayor problema es otro: su salud está en peligro y el tiempo juega en su contra.

El engaño que lo condena

Cuando la policía investiga los asesinatos en el barrio, todas las pruebas parecen apuntar a Tirso. Camila, la nueva compañera de Ezequiel, resulta ser la infiltrada de Romero, el verdadero criminal, y coloca el arma homicida en la casa de Tirso. Acorralado y sin salida, el ferretero toma una decisión desesperada: huir y encontrar al responsable de la muerte de su nieta.

Un destino inevitable

Tirso, herido y debilitado, logra enfrentar a Romero en un último combate. A pesar de que el villano intenta escapar, Tirso consigue atraparlo y acabar con él. Sin embargo, su lucha personal también llega a su fin. De regreso en su hogar, rodeado por su familia, el protagonista de Entrevías muere en paz, encontrándose simbólicamente con Irene.

Con este final, la serie cierra el arco de uno de sus personajes más icónicos. La despedida de Tirso Abantos deja un vacío, pero también la certeza de que su legado y sacrificio no fueron en vano.