La verdad sobre Menem y el atentado a la AMIA
El expresidente llegó a tener que enfrentar a la Justicia por el peor atentado sufrido en la historia argentina.
El estreno de Menem en Prime Video y el próximo lanzamiento de AMIA, una ficción producida por Flow y Telefe, reavivaron el debate sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia argentina: la relación del expresidente Carlos Menem con el atentado a la sede de la mutual judía en 1994. A más de tres décadas del ataque, que dejó 85 muertos y más de 300 heridos, la figura de Menem volvió al centro de la escena.
La vedad sobre Menem y el atentado a la AMIA
El 18 de julio de 1994, cuando explotó la bomba en Pasteur 633, Carlos Menem atravesaba su segundo mandato presidencial. Su promesa pública fue clara: "Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias". Pero los hechos posteriores desmintieron ese compromiso.
Uno de los capítulos más comprometidos fue el encubrimiento de lo que se conoció como "la pista siria". Alberto Kanoore Edul, un empresario con lazos estrechos con la familia de Menem y con ascendencia siria -como el propio expresidente- fue mencionado en los primeros días de la pesquisa.
Sin embargo, su nombre desapareció misteriosamente de la causa. Se sospecha que el entorno presidencial utilizó a la SIDE y al juez Juan José Galeano para garantizar ese silencio.
La investigación fue tan deficiente que en 2005 el Estado argentino reconoció internacionalmente su responsabilidad por no haber esclarecido el hecho. El juez Galeano fue destituido por mal desempeño y años después, en 2015, se inició un juicio por encubrimiento en el que Carlos Menem fue uno de los acusados, junto a exfuncionarios de la SIDE y excomisarios.
¿Qué decidió la Justicia?
El juicio terminó en 2019 con una condena para la mayoría de los imputados, aunque Menem fue absuelto por mayoría del tribunal. La absolución no borró las sospechas.
La Cámara de Casación revisaba la sentencia al momento de la muerte del expresidente en 2021. Su fallecimiento cerró cualquier posibilidad de resolución judicial en su contra, pero no canceló el debate público. Para las víctimas y sus familiares, la figura de Menem sigue representando uno de los símbolos más profundos de la impunidad estatal.
Las nuevas ficciones recuperan ese contexto político con el poder del relato visual. Menem explora las luces y sombras del expresidente, mientras que AMIA, con Darío Grandinetti en el papel de Galeano, promete enfocarse en la trama de encubrimiento y corrupción que dejó al país sin verdad ni justicia.