La verdad sobre Víctor Hugo Bugge, fotógrafo de Menem: ¿aparece en la serie de Prime Video?
Aunque no tiene un personaje con su nombre, la serie Menem de Prime Video recrea su figura bajo una identidad ficticia.
En la serie Menem, recientemente estrenada en Prime Video, uno de los personajes más intrigantes es el fotógrafo riojano Olegario Salas. Interpretado por Juan Minujín, se convirtió rápidamente en uno de los ejes narrativos del drama político. Pero ¿acaso representa al histórico fotógrafo presidencial Víctor Hugo Bugge? ¿Y aparece su figura de forma directa en la serie? La respuesta es más compleja de lo que parece. Más sobre series en esta nota.
Víctor Hugo Bugge no aparece con su nombre en Menem, pero su presencia simbólica está en cada escena en la que Olegario enfoca, camina entre los pasillos del poder o retrata los momentos más íntimos del expresidente. La serie no busca reconstruir con fidelidad absoluta la historia de cada actor político real, sino capturar el clima de época, y en ese contexto, el personaje de Salas condensa rasgos de varios testigos invisibles del poder.
Bugge, nacido en 1956, fotografió a todos los presidentes argentinos desde 1978 hasta su retiro en 2025. Su archivo incluye imágenes emblemáticas de la transición democrática, como la asunción de Raúl Alfonsín, la salida de Fernando de la Rúa en helicóptero y escenas cotidianas junto a Menem, Kirchner, Cristina Fernández y otros mandatarios.
Serie Menem por Prime Video
Aunque nunca fue parte del círculo íntimo del menemismo, Bugge tenía acceso sin restricciones a la Casa Rosada, los viajes oficiales y momentos críticos del poder. Eso lo convirtió en una especie de cronista visual silencioso, cuya obra fue definida por él mismo como "fotografía oficial, no oficialista".
En la serie, Olegario Salas encarna justamente ese papel: un observador privilegiado pero emocionalmente involucrado. A diferencia de Bugge, que mantuvo siempre un bajo perfil y una profesionalidad estricta, Olegario se deja afectar por lo que ve. Su evolución, marcada por la fascinación inicial y el desencanto final, permite narrar el menemismo desde adentro, pero con mirada crítica.
La dirección de Ariel Winograd eligió construir a Salas como un símbolo: el argentino anónimo que, sin ocupar cargos, fue testigo y también parte del engranaje. Una figura más emocional que histórica, pero no menos real. En ese sentido, Olegario no es Víctor Bugge, pero sin Bugge, no habría Olegario.
El propio Bugge nunca ocultó su emoción por la atención mediática que generó la serie, aunque dejó claro que no participó de su producción. Se retiró en febrero de 2025 con un homenaje en la Casa Rosada, y su legado fue celebrado incluso por el gobierno de Javier Milei, que le dio su último reconocimiento institucional.