¿Las historias de Homo Argentum están basadas en hechos reales?
La verdad detrás de las viñetas de la película que recién se estrena en los cines.
Una de las grandes preguntas en torno a Homo Argentum es si las viñetas que integran la película están inspiradas en situaciones reales o si son completamente ficticias. La respuesta se ubica en un punto intermedio: aunque los guiones tienen un tono satírico y exagerado, muchos parten de comportamientos, prejuicios y contradicciones que forman parte de la vida cotidiana de los argentinos.
Inspiración en la realidad cotidiana
Por ejemplo, una de las historias más comentadas, "La novia de papá", muestra a un viudo que presenta a su nueva pareja -mucho más joven y de origen humilde- frente a sus hijos, quienes inmediatamente reaccionan con sospechas por una posible disputa de herencia. Este conflicto no es inventado al azar: según sus directores, se inspira en casos reales y refleja tensiones habituales en procesos sucesorios.
Humor como espejo social
Mariano Cohn y Gastón Duprat explicaron que la película no busca dar una definición cerrada de lo que significa ser argentino, sino ofrecer un mosaico de escenas reconocibles. Desde el oportunismo elegante hasta la corrección política sobreactuada, pasando por la idolatría futbolera, cada relato funciona como un espejo en el que el público puede verse reflejado con incomodidad y risa al mismo tiempo.
Basada en conductas universales, no en biografías
Cabe aclarar que ninguna de las viñetas corresponde a la vida de personas específicas, sino que son ficciones inspiradas en comportamientos sociales. Se trata de exageraciones de actitudes comunes en la cultura argentina, pero que también pueden encontrarse en otros lugares del mundo, lo que facilita que la película sea entendida más allá de sus fronteras.
Así, Homo Argentum construye una sátira que no necesita basarse en hechos concretos para resultar verosímil. El guiño está en que cada espectador, al mirar la pantalla, puede reconocer a un conocido, a un familiar o incluso a sí mismo. Ese es, justamente, el secreto del humor que atraviesa toda la película.