Menem en River: las 3 fotos inéditas del acto en el Monumental que cambió la historia
A raíz de las serie salieron a la luz desconocidas imágenes de lo que fue un acto clave para la liturgia menemista.
El estreno de Menem, la serie de Prime Video dirigida por Ariel Winograd, puso nuevamente en discusión uno de los episodios más impactantes de la política argentina de los años 80: el acto multitudinario que Carlos Saúl Menem realizó en el estadio Monumental el 17 de octubre de 1988. La producción logra recrear ese momento con una fidelidad visual y dramática que lo convierte en uno de los puntos más altos de la serie.
Las fotos de Menem en River
En ese momento, Carlos Menem era visto como un outsider: gobernador de La Rioja, con carisma, pero sin el aparato del PJ que dominaba el bonaerense Antonio Cafiero. Sin embargo, decidió jugarse una carta fuerte: convocar a un acto masivo en el Monumental. Contra todo pronóstico, llenó el estadio con más de 60.000 personas y dejó claro que el "fenómeno Menem" no era solo televisión.
El financiamiento del evento fue posible gracias al apoyo de Luis Barrionuevo, líder del gremio gastronómico, y otros sectores sindicales que empezaron a volcarse hacia Menem. Ese acto cambió el rumbo de la interna peronista.
La campaña de Cafiero, basada en comités, militancia estructurada y votos asegurados, quedó descolocada frente al nuevo estilo que proponía Menem: comunicación directa, mística de masas y liderazgo carismático. El acto en River demostró que había otra forma de construir poder, más cercana al marketing y al show.
El 9 de julio de 1988, el justicialismo celebró su primera interna presidencial abierta. Contra todos los pronósticos, Menem venció con el 53,4 % de los votos frente al 46,6 % de Cafiero. Muchos analistas coinciden en que el acto en el Monumental fue determinante para ese resultado: le dio volumen político, visibilidad mediática y un envión anímico que lo convirtió en un candidato viable.
El acto de Menem en la serie
En Menem, la serie la secuencia del acto en River se destaca por su detallada escenografía y por el cuidado con el que se representan los elementos icónicos del evento: la campera blanca de Menem, sus patillas, los dos micrófonos, la estética televisiva de época y la euforia de una multitud que desbordaba las tribunas. Todo eso se presenta en pantalla con una mezcla de nostalgia y tensión narrativa que da cuenta del punto de inflexión que representó ese día.