¿Milla Blake muere en "Vinagre de manzana", la serie de Netflix?

La serie Vinagre de manzana, disponible en Netflix, presenta la historia de Milla, una joven diagnosticada con un cáncer agresivo que decide rechazar los tratamientos médicos convencionales. Inspirada en la vida real de Jessica Ainscough, una influencer australiana que promovía terapias alternativas, la ficción muestra las consecuencias de sus elecciones.

Un diagnóstico devastador para Milla Blake

A Milla le detectan un sarcoma pleomórfico, un tipo de cáncer poco frecuente y altamente agresivo. Sus médicos le recomiendan una amputación como única opción para salvar su vida, pero ella se rehúsa. En su lugar, opta por explorar tratamientos naturales, convencida de que podrá sanar sin intervención quirúrgica.

Su fe en la Terapia Hirsch, un polémico método basado en dietas estrictas, enemas y suplementos, la lleva a convertirse en su principal promotora. "Me siento mejor que nunca", asegura Milla en sus publicaciones, que rápidamente la convierten en una figura influyente en redes sociales.

El precio de una creencia

La popularidad de Milla crece a medida que comparte su proceso. Organiza eventos de bienestar, publica libros y crea contenido motivacional, atrayendo a miles de seguidores que ven en ella un ejemplo a seguir. Sin embargo, su postura genera controversia.

Médicos y especialistas advierten sobre los peligros de su camino. La acusan de difundir información sin base científica, pero ella se mantiene firme. "Este es mi cuerpo y mi decisión", responde ante las críticas.

En busca de nuevas alternativas, Milla conoce el Black Salve, un remedio homeopático prohibido por sus riesgos. Desesperada, lo prueba, pero en lugar de mejorar, su condición empeora drásticamente.

Un giro trágico

El momento más impactante de la serie ocurre cuando a Tamara, la madre de Milla, le diagnostican cáncer. Siguiendo el ejemplo de su hija, decide evitar los tratamientos tradicionales. En pocos meses, su salud se deteriora y fallece.

Consumida por la culpa, Milla empieza a cuestionar sus decisiones. "¿Y si me equivoqué?", confiesa en un momento de angustia. Finalmente, recurre a la medicina convencional, pero ya es tarde. El cáncer se ha extendido y le quedan solo unos meses de vida.