El romance entre Nico Vázquez y Dai Fernández sorprendió al mundo del espectáculo, no solo por lo reciente del vínculo, sino porque llegó pocos meses después de su separación de Gimena Accardi, con quien estuvo 18 años. Lejos de esquivar el tema, el actor eligió la sinceridad: contó que con su ex sigue teniendo un diálogo permanente y una relación de profundo respeto. "Nunca me vas a escuchar hablando mal de Gime", remarcó, dejando claro que no hay conflicto ni escándalo detrás del cambio sentimental.

Lo llamativo es cómo se dio el acercamiento con Dai, su compañera en la obra Rocky. Nico confesó que todo surgió de manera inesperada, como algo que "no pensó que iba a pasar en este momento", pero que decidió permitírselo. Habla de una etapa de reconstrucción personal: hace pocos meses "la estaba pasando mal", y hoy se anima a empezar algo nuevo, aunque sin ponerle rótulos. "Es muy reciente, de días", explicó, y dejó que el tiempo sea quien defina el futuro del vínculo.

Respeto, exposición y una historia en transición

La clave de esta historia está en cómo manejó la charla con Accardi sobre su nueva relación. Según él, fue honesto desde el principio porque siguen hablando y comparten un vínculo sano. Sabe que las especulaciones mediáticas pueden ser crueles, pero pidió entender que la vida cambia y que no se puede elegir cuándo llega algo. "Si Dai es mi amiga, ¿qué va a querer para mí? Lo mejor", reflexionó, intentando bajar el morbo alrededor del tema.

Pese a estar en el centro de la escena, Vázquez no quiere repetir viejas dinámicas de exposición. Aseguró que esta vez preferiría que su relación "sea para adentro", aunque admite que le cuesta porque vive de cara al público. Por eso decidió no ocultar lo que siente, pero al mismo tiempo proteger el proceso. "Estoy empezando algo y me siento muy bien. No es poca cosa", dijo con madurez, dejando entrever que no sabe si será algo pasajero o profundo, pero que está listo para volver a sentirse feliz.