Nora Dalmasso: la verdad sobre el parquetista
El documental de Netflix reavivó el caso Dalmasso y reveló una prueba clave que involucra por primera vez al parquetista Roberto Bárzola.
La impactante docuserie "Las mil muertes de Nora Dalmasso", estrenada recientemente en Netflix, volvió a centrar la atención en el caso que conmocionó a Argentina hace casi dos décadas, revelando un giro decisivo en la investigación.
¿Qué se descubrió sobre el parquetista?
A fines de diciembre de 2024, se hizo un hallazgo clave: el ADN del parquetista Roberto Bárzola, quien había trabajado en el hogar de Nora, fue identificado en ocho muestras -incluyendo el cinturón de la bata con la que fue estrangulada y vellos hallados en la escena del crimen. Esta pista surgió tras un nuevo peritaje liderado por el fiscal Pablo Jávega, reavivando el caso tras años sin avances.
Aunque la prueba genética es contundente, el fiscal aclaró que no garantiza una condena penal, debido a restricciones del marco legal vigente. La investigación, si bien continúa abierta, enfrenta limitaciones que impiden avanzar hacia un juicio tradicional, aunque sí permite un "juicio por la verdad".
La defensa de Bárzola solicitó la prescripción, señalando que habían pasado los 18 años desde el asesinato. Pero el juez Diego Ortiz rechazó esa petición en su última resolución de mayo de 2025, considerando que las interrupciones en el proceso judicial -como las imputaciones previas hacia otros miembros de la familia- evitaban que se contaran como parte del plazo legal.
¿Qué impacto tuvo el documental?
El estreno en Netflix no solo reabrió el interés público en el caso, sino que amplificó la presión sobre la Justicia para que actúe con transparencia y avance con la investigación sobre Bárzola. Su aparición en pantalla expuso al sospechoso ante una audiencia masiva, revitalizando el reclamo social de justicia para Nora y su familia .
Apenas comienza un nuevo capítulo en una causa que parecía dormida. Las pruebas genéticas ubican por primera vez un nombre no familiar ligado al caso, el expediente sigue abierto y la familia exige que se transforme la búsqueda verdad en un juicio que acarree responsabilidad penal.
El parquetista ya no es un testigo: es el primer acusado real con ADN coincidente. Y mientras el mundo mira, la Justicia enfrenta su hora decisiva.