La Patagonia argentina se convirtió en un personaje más en Atrapados, la nueva serie de Netflix basada en la novela Caught de Harlan Coben. Con sus paisajes imponentes y su atmósfera de misterio, Bariloche resultó ser el lugar ideal para desarrollar la historia de Ema Garay, la periodista interpretada por Soledad Villamil. La combinación de naturaleza desbordante y pequeños secretos enterrados entre las montañas aporta una sensación de aislamiento que refuerza la tensión del thriller.

Un thriller con sello patagónico

Lejos del caos de la gran ciudad, la serie encuentra en Bariloche el equilibrio perfecto entre belleza y peligro. El lago Nahuel Huapi, el bosque denso y las calles de la ciudad funcionan como el escenario donde se cruzan la vida de los personajes y los giros de la trama. La idea de que todos se conocen en un lugar pequeño, pero nadie sabe realmente la verdad, refuerza el suspenso y le da a la historia una identidad propia.

Los directores Miguel Cohan y Hernán Goldfrid aprovecharon cada rincón para construir una atmósfera atrapante. Desde las lujosas casas con vista al lago hasta los barrios más humildes, la serie logra mostrar diferentes facetas de la ciudad sin perder la esencia de un thriller policial. La presencia constante del bosque, con su silencio inquietante, acentúa la sensación de que cualquier cosa puede pasar en sus sombras.

Un cambio que lo cambia todo

Si bien la historia original transcurre en Estados Unidos, Coben respaldó la decisión de adaptarla a Argentina, destacando que la elección de Bariloche fue clave para darle un toque único a Atrapados. En varias entrevistas, el autor mencionó que lo que hace que un thriller funcione no es el lugar en sí, sino cómo se integra a la historia. En este caso, la ciudad aporta su propio misterio, alejándose de la típica ambientación urbana de este tipo de relatos.

El resultado es una serie que no solo mantiene el ADN de Coben, sino que también se siente completamente argentina. La producción logra que el público local se reconozca en los escenarios, mientras que el espectador internacional queda atrapado por la belleza y la intriga de la Patagonia. Al final, Bariloche no es solo un fondo bonito: es un elemento fundamental para el éxito de Atrapados.